La XXVIII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP28) comenzará este jueves, 30 de noviembre, en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) donde, hasta el 12 de diciembre, cerca de 200 países pondrán sobre la mesa las cartas de la verdad de su compromiso contra la emergencia climática, adoptado en 2015 en el Acuerdo de París con el que la comunidad internacional se marcó el objetivo es limitar a 1,5 grados centígrados el incremento térmico al final de siglo.
Polémica por la sede: Dubai
La comunidad internacional se da cita en un país petrolero que, sin embargo, defiende su compromiso con la acción climática y su avanzado proceso de la economía nacional para desacoplarse de los combustibles fósiles. Las críticas señalan a Dubai por su elección como presidente al sultán Bin Ahmed Al Jaber, ministro de Industria y Tecnología avanzada del país y presidente de la empresa estatal de petróleo emiratí.
Una de las cuestiones que convierten esta cita en una de las más importantes desde la COP de París es el hecho de que este 2023 cada país debe informar de su cumplimiento para reducir las emisiones de CO2, afrontar la mitigación y la adaptación, así como su aportación económica para financiar que la acción climática en los países en desarrollo en el marco del mecanismo de pérdidas y daños.
Condicionado por las guerras y la coyuntura energética
Todo ello se produce en un complejo contexto internacional, marcado por la guerra en Ucrania, ahora también por la guerra entre Hamás e Israel, la difícil coyuntura económica y energética global y en un año en el que los impactos severos del cambio climático se han hecho evidentes en todos los rincones del planeta en forma de sequías, inundaciones, incendios y otra suerte de eventos meteorológicos y climáticos adversos.
Lejos de los objetivos
Al mismo tiempo, a lo largo del año y especialmente en estas semanas previas, se han dado a conocer resultados tan poco alentadores como los del Programa Mundial de Medio Ambiente de la ONU (PNUMA) que señala que la suma de esfuerzos realizada hasta el momento por la comunidad internacional conllevará un incremento de la temperatura global de 2,9ºC a final de siglo, es decir, casi el doble de lo prometido.
La ONU denuncia así que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 1,2% entre 2021 y 2022, hasta las 57,4 gigatoneladas de CO2 y advierte de que esta "preocupante" tendencia de acción "insuficiente" en mitigación, conlleva a "caminos de mayor desigualdad social".
De hecho, la implantación total de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) llevarán a superar en 2,5ºC los niveles preindustriales, con un 66% de probabilidades. El organismo estima que será necesario a nivel global reducir las emisiones de CO2 en un 28% de aquí a 2030 para lograr limitar el incremento global de temperatura a 2ºC con un 66% de posibilidades y un 42% para alcanzar el objetivo de 1,5ºC a final de siglo. Esto, en términos absolutos supone recortar adicionalmente 22 gigatoneladas de CO2 para abrazar el objetivo del 1,5ºC de límite de incremento térmico.
El año más cálido
Sin embargo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus ha confirmado que el pasado 17 de noviembre se alcanzaron 2ºC de calentamiento global, lo que hasta la fecha es la mayor desviación de la medida estimada para el periodo preindustrial. Su director, Carlo Buontempo, ha calificado este dato como "anecdótico" pero avisa de que subraya la "proximidad" a los límites acordados internacionalmente.
"Se están batiendo récords de temperatura mundial con una regularidad alarmante", alerta Buontempo.
A principios de octubre, Madrid acogió una Cumbre Climática en la que participaron 40 países y que culminó sin una declaración común, pero en la que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el director general de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Faith Birol, hicieron un llamamiento a recortar los combustibles fósiles. Para Birol, su eliminación es una "necesidad absoluta".
Cumplir los compromisos
En términos globales, la AIE urge a triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética de aquí a 2030 para que los compromisos de los países sean creíbles.
Precisamente, el director de la COP28, Majid Al Suwaidi, ha reclamado que las cumbres climáticas de la ONU "no necesitan más negociadores, sino que las partes cumplan sus compromisos" y que estos den resultados que permitan reconstruir la "confianza", recuperar la "esperanza, el optimismo y la excitación" que hubo tras el Acuerdo del Clima de París para que la población mundial pueda "sentirse orgullosa".
El secretario Ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell, ha exigido que la COP29 no sea "una sesión fotográfica": "Los líderes deben cumplir lo prometido: el mensaje es claro", insiste y espera que cuando termine esta cita los negociadores regresen a casa con un acuerdo que marque "la verdadera diferencia".
Con este llamamiento a la acción, Stiell pone sobre la mesa que los temas clave serán la financiación, la reposición del Fondo Verde para el Clima, la duplicación de los recursos financieros para la adaptación y la puesta en marcha del fondo para pérdidas y daños son fundamentales para limitar el aumento de la temperatura a menos de 1,5 C, sin dejar a nadie atrás.
"Sin una financiación mucho mayor para los países en desarrollo, la revolución de las energías renovables seguirá siendo un espejismo en el desierto. La COP28 debe convertirlo en realidad", ha manifestado este miércoles.
Críticas de las ONGS
Para el Estado español , esta cumbre debería ser lo suficientemente ambiciosa y con resultados que deben pasar por un incremento de la ambición en mitigación, por avanzar en la reducción de las subvenciones a los combustibles fósiles, aumentar en las medidas de adaptación y la implantación a través de los mecanismos y las cantidades económicas suficientes como para cumplir con los compromisos de financiación climática, así como para la puesta en marcha del Mecanismo de Pérdidas y Daños. Otro de las cuestiones importantes en esta cumbre será el programa de trabajo de Transición Justa.
Las ONG ambientales son muy críticas con la organización de la Cumbre en un país de tradición petrolera y piden a la COP28 "credibilidad climática" y respeto a los derechos humanos, con resultados en materia de fin de los combustibles fósiles y financiación climática.
España contará con un pabellón de país y una delegación durante las dos semanas de Cumbre formada por los negociadores de la Oficina Española de Cambio Climático, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, gran conocedora de este contexto internacional y muy apreciada por su capacidad y esfuerzo para lograr acuerdos.
Precisamente el Estado ocupa este semestre la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, y en calidad de jefe del Gobierno y por el papel de representación de los Veintisiete, el presidente, Pedro Sánchez, asistirá este viernes a la jornada inaugural, a la Cumbre de la Acción Climática.
En ella, fuentes oficiales españolas han adelantado que Sánchez subrayará el fuerte compromiso de país en materia de lucha contra el cambio climático, al que definió en su investidura como una de las prioridades de esta legislatura; abogará por alcanzar el pico global de emisiones de GEI en 2025 y se espera que haga nuevos anuncios de financiación para adaptación y el Mecanismo de Pérdidas y Daños.