Un tribunal de apelaciones de Reino Unido declaró ayer ilegal el plan del Gobierno de deportar a Ruanda a migrantes, ya que considera que para llevar a cabo esta iniciativa, aprobada durante la etapa de Boris Johnson en Downing Street y cuestionada por organizaciones de Derechos Humanos y por la ONU, sería antes necesario cambiar el sistema de asilo británico.

El Tribunal Superior había avalado en diciembre este sistema, pero un recurso presentado por activistas y solicitantes de asilo ha concluido finalmente con una simbólica derrota de uno de los planes estrella de Londres en materia migratoria, informa la BBC. El actual primer ministro, Rishi Sunak, defendía las deportaciones a Ruanda como forma de desincentivar los cruces en el canal de la Mancha.

El Gobierno anunció el acuerdo con Ruanda en abril de 2022 y el primer vuelo debía haber partido en junio de ese mismo año, pero fue cancelado a última hora tras la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Sunak expresó ayer su “respeto” por la decisión judicial, sin ocultar que “discrepa profundamente” de su contenido. El premier, que confirmó que intentarán recurrir el fallo, sostenía en un comunicado que las autoridades ruandesas han proporcionado “las garantías necesarias” para acreditar, por ejemplo, que “no hay un riesgo real” de deportaciones a terceros países. “Ruanda es un país seguro. El Tribunal Superior está de acuerdo”, esgrimó Sunak, que se ha comprometido a reducir las cifras de la migración.