Irán aumentó entre mediados de febrero y mediados de mayo en casi un tercio sus reservas de uranio enriquecido con una pureza del 60%, un nivel cercano al necesario para fabricar bombas atómicas, advirtió ayer el OIEA, la agencia nuclear de la ONU.

En un informe emitido en Viena, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) precisó que las existencias de ese material en Irán alcanzan ya 114,1 kilos, mientras que el uranio enriquecido hasta el 20% llega a 470,9 kilos, un 8% más que en febrero.

Asimismo, el OIEA reconoció que Irán ha ofrecido información satisfactoria para aclarar algunas dudas sobre el origen de partículas fisibles encontradas en una instalación que hasta ahora no había sido declarada como nuclear.

Una fuerte subida se registró además en las reservas de uranio poco enriquecido, a menos del 2%, que pasó de 1.555 a 2.459 kilos, un aumento del 58% en un período de tres meses.

Según el acuerdo nuclear entre Irán y seis grandes potencias, firmado en 2015, y de facto suspendido desde hace varios años, Irán no debería tener más de 300 kilos de uranio, enriquecido como mucho al 3,67%.

Por otra parte, Irán informó a los inspectores sobre los orígenes de unas partículas de uranio enriquecido al 83% que había hallado en la planta subterránea de Fordo, al sur de Irán. Tras las explicaciones de Teherán, el OIEA ya no precisó más información al respecto, señaló el informe.