El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó ayer el frente en la región de Donetsk, el punto más caliente de la guerra y a poco más de 420 kilómetros de la región rusa de Bélgorod, atacado el pasado lunes por saboteadores rusos que Rusia aseguró ayer haber eliminado en una operación antiterrorista.

El mandatario ucraniano viajó a la línea de defensa cercana a las ciudades orientales de Vuhledar y Mariinka, al suroeste de la capital regional, Donetsk, controlada por las fuerzas rusas desde 2014. Mariinka forma junto con Bajmut el epicentro de los combates en esta región.

Zelenski condecoró a los soldados que luchan en este frente, entre ellos dos mujeres, y anunció la decisión de aumentar el potencial de los marines ucranianos con la creación del Cuerpo de Marines. “El Estado hará todo lo posible para desarrollar una rama de tropas importante y fuerte, al proporcionar a nuestra infantería armas y equipos modernos y crear nuevas brigadas de la Infantería de Marina ucraniana”, recalcó.

A 125 kilómetros de Marriinka se encuentra Bajmut, que Rusia dio por tomada el fin de semana pasado y donde, según Ucrania, “el enemigo continúa con operaciones ofensivas” y “la lucha por la ciudad prosigue”.

Allí, según la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, las tropas ucranianas controlan el suroeste de la ciudad, además de los flancos norte y sur, y el número de bombardeos es constantemente alto, pero en la urbe misma “las acciones ofensivas han disminuido un poco”.

El líder interino impuesto por Rusia en Donetsk, Denís Pushilin, viajó ayer a Bajmut, desde donde habló en un vídeo colgado en Telegram de la restauración de la ciudad y del desminado.