Cientos de judíos, entre ellos un ministro israelí, entraron ayer en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, en medio de un repunte de las tensiones de cara a la prevista Marcha de la Bandera y las advertencias por parte de grupos de palestinos sobre un posible estallido de violencia. Según las informaciones recogidas por el diario israelí Haaretz, las visitas arrancaron a primera hora del día e incluyeron al ministro para el Desarrollo de Neguev y Galilea, Yitzhak Wasserlauf.

En el acto, un grupo de ultranacionalistas israelíes agredieron a los palestinos, en medio de un fuerte dispositivo policial y en un contexto de escalada de tensión. Como suele ser habitual en esta movilización, que se celebra cada año con motivo del Día de Jerusalén, parte de sus asistentes –en gran medida jóvenes y judíos nacionalistas cercanos a la corriente del sionismo religioso– cantan consignas racistas e incitadoras contra los palestinos paseándose por la parte Este ocupada de la ciudad, lo que fuerza a sus vecinos a clausurar comercios y encerrarse.

Así, alrededor de 400 personas entraron en la Explanada en medio de un importante despliegue por parte de la Policía de Israel, que habría impedido el acceso a varios periodistas en los alrededores de una de las puertas de la Ciudad Vieja y a la que lanzaron piedras.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Jordania criticó que estas personas hayan recibido permiso para entrar en la Explanada de las Mezquitas, que se encuentra bajo custodia de Amán, antes de afirmar que se trata de un “comportamiento provocativo”.

El portavoz del ministerio jordano, Sinan al Mayali, señaló que este tipo de actos podrían “agravar la situación” y denunció que las “incursiones” de los “extremistas” tienen lugar “bajo protección de la Policía de Israel”.

Por ello, reclamó a Israel, como potencia ocupante, que “ponga fin a todas las prácticas y violaciones” contra la mezquita de Al Aqsa y que “respete el statu quo histórico y legal” en la zona, en medio del aumento de las críticas de Jordania contra las autoridades israelíes por los recientes incidentes en la Explanada de las Mezquitas.

El Tribunal Supremo de Israel rechazó el miércoles una petición de residentes de Jerusalén Este y una ONG para impedir que la ruta de la marcha cruzara esta zona de la ciudad, si bien las autoridades han argumentado que se trata de otras dos procesiones diferentes no relacionadas con el acto principal.

En este sentido, el jefe de la Policía de Israel, Kobi Shabtai, denunció que “agentes terroristas motivados por Irán, Hezbolá, Hamás y Yihad Islámica están difundiendo información falsa en redes sociales sobre la ruta de la marcha”, negando que vaya a llegar a la Explanada de las Mezquitas.

Advertencia palestina

El portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, había advertido horas antes de que la marcha “sólo aumentará las tensiones” y recalcó que “podría llevar a una explosión”. Asimismo, dijo que “el Gobierno de Israel será totalmente responsable” de lo que pueda pasar.

La marcha es organizada por organizaciones derechistas y religiosas para conmemorar la “unificación” de Jerusalén y la toma de la Ciudad Vieja, incluida la Explanada de las Mezquitas –conocida por los judíos como Monte del Templo– durante la Guerra de los Seis Días en 1967, un hecho no reconocido internacionalmente.