El Parlamento de Malasia aprobó este lunes la abolición de la pena de muerte obligatoria, que hasta ahora se aplicaba de forma automática en once delitos, entre ellos narcotráfico, una reforma que contrasta con la mano dura contra el tráfico de drogas en otros países de la región.

La cámara baja de Kuala Lumpur votó hoy por mayoría a favor de la reforma del Código Penal, que sucede tras más de una década de pasos tomados en esta dirección y después de que el país declarara una moratoria a las ejecuciones en 2018, si bien se continuaron imponiendo condenas a muerte.

Según Amnistía Internacional, hay actualmente 1.337 reos en el corredor de la muerte en Malasia, que podrán pedir una revisión de su sentencia, el 67,5 % de ellos condenados por narcotráfico, entre los once delitos castigados hasta ahora forzosamente con la pena de muerte, junto al asesinato, el terrorismo, el secuestro o la posesión de armas.