Las autoridades federales estadounidenses han iniciado una investigación después de que el volante de dos Tesla Model Y 2023 se desprendiese por la ausencia del tornillo que lo mantiene fijo a la columna de dirección.

La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA por sus siglas en inglés) señaló en su página web que inició la investigación el pasado 4 de marzo tras recibir denuncias de dos incidentes.

NHTSA indicó que los dos vehículos afectados fueron entregados a sus propietarios sin el tornillo que fija el volante a la columna de dirección.

En un mensaje colgado en Twitter en enero de este año, el usuario de uno de los dos coches afectados se dirigió al consejero delegado de Tesla, Elon Musk, para explicar que tras recibir su vehículo el 24 de enero, el volante se desprendió cinco días después mientras iba por la autopista con su familia.

"Estaba conduciendo en la autopista y de repente el volante se cayó. Tuve la suerte de que no había ningún coche detrás y pude echarme a un lado", dijo Prerak Patel, que acompañó su texto con fotos y vídeos del incidente.

En otro mensaje publicado en Twitter el 30 de enero, un día después del suceso, Patel preguntó a Musk si Tesla tenía la responsabilidad de arreglar el problema después de que la compañía solicitase 103,96 dólares para reparar el desprendimiento del volante.

El propietario pidió a Tesla la devolución del coche y su reembolso al perder confianza en la seguridad del vehículo: "Siento que la seguridad es más importante que la tecnología del coche", explicó.

Finalmente, Tesla le reembolsó el dinero y el 23 de febrero Patel recibió un nuevo Model Y.

La investigación de NHTSA para determinar la dimensión del posible problema podría afectar a unos 120.000 Model Y del modelo 2023.