El subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, pronosticó este domingo un precio de 5.000 euros por cada mil metros cúbicos de gas para finales de este año, alza que los países occidentales vinculan con la campaña militar rusa en Ucrania.

"Debido al aumento de los precios del gas hasta los 3.500 euros por cada mil metros cúbicos, me veo obligado a revisar al alza el coste previsto hasta los 5.000 euros para finales de 2022", escribió en su canal de Telegram.

Dirigiéndose a los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Unión Europea (UE), Medvédev agregó: "Con los mejores deseos".

El mensaje incluye un dibujo de un malencarado hombre barbudo con un gran parecido a Rasputin con una vela en la mano y al fondo dos torres petrolíferas.

Debido al alza de los precios, incluso con la reducción actual del suministro ruso a la Unión Europea, el Estado ruso puede ingresar 20.000 millones de dólares en un trimestre por la exportación de gas, según los cálculos de los expertos.

Los Gobiernos de varios países de la UE han anunciado programas de ahorro energético ante el incremento dramáticos de los precios del gas, que superó esta semana los 3.500 dólares.

A su vez, Medvédev en una entrevista con la televisión francesa aseguró que Moscú no quiere cerrar la llave del gas, pero que "ahora Europa se ha convertido en un canal de la política estadounidense".

"Hemos suministrado gas a Europa durante décadas. Europa estaba satisfecha y nosotros también. Eso significa que la relación era pragmática", aseguró al canal LCI.

Subrayó que, pese a pasar a cobrar el gas en rublos tras las sanciones occidentales, Moscú siempre ha estado dispuesto a bombear gas en los volúmenes contratados.

"Si nos doblan los brazos, si nos prohíben los pagos o si se renuncia al suministro de las turbinas reparadas o al lanzamiento del (gasoducto) Nord Stream 2, entonces esa clase de suministros no alcanzarán los volúmenes que esperan los países occidentales", advirtió.

Además, consideró "irreal" la posibilidad de que el gas licuado de EEUU reemplace al gas natural ruso, ya que "el gas de tubería es mucho más barato y el licuado es tremendamente caro".

"Ha llegado hasta el punto de que el canciller (alemán Oleg) Scholz viajó a Canadá para lograr un acuerdo sobre los suministros de gas licuado motivado por el deseo de que es mejor comprar gas a un país cercano y democrático que a Rusia. Pues que lo compre", dijo.

Según la prensa internacional, Rusia se puede permitir suspender el suministro de gas a Europa durante un año sin apenas sufrir pérdidas, si se mantienen los actuales niveles de precios y exportación de petróleo

En un artículo en la prensa, el primer ministro británico, Boris Johnson, responsabilizó el domingo al presidente ruso, Vladimir Putin, y a su "invasión bárbara" de Ucrania por el repunte global en el coste de la energía.