La Justicia de Texas ha dictaminado que los abortos de emergencia no están por encima del veto a esa práctica en ese estado, lo que desautoriza el intento del presidente, Joe Biden, de que se salten la prohibición cuando sean necesarios.

Texas había demandado en julio al Departamento de Sanidad para evitar que los abortos que deban practicarse por razones médicas tengan prioridad sobre ese veto, una excepción que la Administración demócrata consideraba "razonable".

Pero el juez James Wesley Hendrix, según el fallo difundido por el diario "The Dallas Morning News", estimó este martes que esa propuesta no explicaba cómo los médicos pueden evaluar el riesgo tanto para la madre como para el feto, y que en consecuencia no puede entrar en conflicto con las leyes estatales.

"Es una VICTORIA para las madres, los bebés y la industria sanitaria de Texas", declaró este miércoles en Twitter el fiscal general Ken Paxton, que presentó la denuncia con el objetivo de impedir que, en su opinión, la Administración Biden transformara cada sala de urgencias en una clínica abortiva.

La Casa Blanca lamentó la sentencia advirtiendo de que, como consecuencia, embarazadas en ese estado verán denegada la atención en condiciones como hemorragias severas o hipertensión que pueden ponerlas en peligro.

"Está mal, es un paso atrás y puede que haya mujeres que mueran como resultado. La pelea no ha acabado", dijo en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, apuntando que Biden seguirá luchando para que los hospitales suministren la atención reproductiva que salve vidas.

El Tribunal Supremo derogó el pasado 24 de junio la protección del derecho al aborto a nivel federal, en vigor desde 1973, y permitió en consecuencia que cada estado pudiera decidir a nivel estatal sobre esa práctica.