El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó de "infierno" la situación en el Donbás, donde las tropas rusas intentan aumentar la presión, y afirmó que los ataques rusos no tienen ninguna explicación militar.

"Las fuerzas armadas de Ucrania siguen avanzando en la liberación de la región de Jarkov. Pero en el Donbás los ocupantes intentan aumentar aún más la presión. Es un infierno, y no es una exageración", afirmó Zelenski.

Se refirió al "bombardeo brutal y sinsentido" de Severodonetsk, donde "sólo en un día hubo doce muertos y decenas de heridos". Subrayó que los bombardeos de ciudades ucranianas, los ataques aéreos y con misiles del ejército ruso "no son sólo acciones militares durante la guerra".

Aludió asimismo a los ataques rusos en la región de Chernígov, en particular al "terrible" ataque en Desna, donde continúan las tareas de desescombro y donde hay muchos muertos, a los constantes ataques en al región de Odesa, en las ciudades del centro de Ucrania, y al Donbás "completamente destruido".

"Todo esto no tiene ni puede tener ninguna explicación militar para Rusia", agregó.

Para Zelenski se trata de "un intento deliberado y criminal de matar al mayor número posible de ucranianos, de destruir el máximo de hogares, instalaciones sociales y empresas". Al mismo tiempo, expresó su convencimiento de que esto será calificado como "genocidio del pueblo ucraniano" y que todos los invasores serán definitivamente llevados ante la justicia.