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Ataque a Ucrania, amenaza a Occidente

Más de 870.000 personas han huido de Ucrania tras la invasión

Más de la mitad de los refugiados se han dirigido a Polonia y casi 100.000 hacia Rusia

Más de 870.000 personas han huido de Ucrania tras la invasión

- La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) elevó a 874.000 el número de ucranianos que han huido de la guerra que se inició hace una semana, tras la invasión y los ataques lanzados por Rusia desde varios frentes. Esta actualización corresponde a datos recogidos hasta el martes en los países vecinos de Ucrania. Otras 96.000 personas cruzaron desde las regiones orientales de Lugask y Donestk -bajo control de grupos armados prorrusos desde 2014- hacia Rusia.

Más de la mitad de refugiados se han dirigido a Polonia y algunos miles ya han llegado a terceros países, como República Checa, donde existe una importante comunidad ucraniana, según dijo el jefe del ACNUR, Filippo Grandi.

Para atender a ese millón de refugiados ucranianos en su tránsito hacia otros países de la Unión Europea (UE), las autoridades y la sociedad civil polaca se organizan para darles acogida, como el Hotel Duet de Chelm, un negocio familiar a pocos kilómetros de la frontera ucraniana que ofrece un lugar para comer gratis y recibir asistencia médica, legal y psicológica.

Todo empezó con un mensaje publicado en las redes sociales del hotel, donde su dueña, Alicja Brzozowska, anunció su decisión de organizar la recepción y distribución de ayuda a refugiados desde su establecimiento.

En cuestión de horas, recibió no solo paquetes de comercios locales y de vecinos de Chelm, sino también la llamada de gente dispuesta a ayudar desde sitios tan lejanos como Holanda o Alemania. A los donativos siguieron los ofrecimientos de voluntarios como intérpretes de ucraniano, un psicólogo, un médico y hasta una peluquera.

Todos ellos prestan su ayuda desinteresada y, tras la decisión de la señora Brzozowska de alojar gratuitamente a quien lo necesite, terminaron por convertir el Hotel Duet en casi una embajada humanitaria.

Lo ocurrido en este lugar simboliza perfectamente la espontánea y emotiva reacción del pueblo polaco a la oleada de refugiados llegada de su país vecino, con el que comparte lazos culturales e históricos.

Situada a unos 30 kilómetros de la frontera con Ucrania, Chelm es una de las principales ciudades en la ruta que une a Kiev con Varsovia, y a su estación de ferrocarril llegan cada día desde Ucrania tres o cuatro convoyes, cada uno con más de 1.000 personas que escapan de la guerra. Según datos de la ONU, podrían llegar a ser cinco millones los ucranianos que salgan de su país por la guerra, la gran mayoría de ellos por Polonia.

Poco antes de estallar la guerra en Ucrania, Varsovia mostró su disposición a acoger a “un millón” de ciudadanos ucranianos en caso de que estallase un conflicto, que se unirían a los casi dos millones de nacionales de ese país que ya viven en Polonia según estimaciones no oficiales.

Según una encuesta publicada este miércoles en la prensa polaca, el 90% de la gente apoya la decisión de su Gobierno de aceptar refugiados ucranianos y el 64% asegura estar dispuesto a ayudar personalmente a estas personas con dinero, recursos o alojamiento.

España. Permiso de residencia de un año ampliable a tres, posibilidad de trabajar, acceso a la educación y la sanidad, ayuda social y apoyo económico son algunos de los derechos que tendrán los refugiados ucranianos que lleguen a España cuando se active la directiva europea de protección temporal. Hoy es el día previsto para que Bruselas apruebe formalmente la normativa legal diseñada para ofrecer protección inmediata a personas que llegan de forma masiva a territorio comunitario y no pueden volver a sus países por guerras, violencia o violaciones de los derechos humanos. El Estado es el cuarto país europeo con una mayor diáspora de ucranianos, por detrás de Polonia, Italia y República Checa.