- El papa Francisco reiteró ayer que la Iglesia prosigue con fuerza en su compromiso de hacer justicia a las víctimas de los abusos cometidos por sus miembros, según señaló durante un discurso a los participantes de la asamblea plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

“En la lucha contra los abusos de todo tipo, la Iglesia prosigue con firmeza el compromiso de hacer justicia a las víctimas de los abusos cometidos por sus miembros, aplicando con particular atención y rigor la legislación canónica prevista”, afirmó ayer el pontífice. Y recordó que por ello recientemente se actualizaron las normas sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe “con el deseo de hacer más eficaz la acción judicial”. “Esto por sí solo no puede bastar para frenar los casos, pero constituye un paso necesario para restablecer la justicia, reparar el escándalo, reparar el delito”, añadió.

Francisco habló así después de que el pasado jueves se publicase el informe sobre la investigación de abusos sexuales cometidos en la archidiócesis católica de Múnich y Freising, en Baviera, en el que se hablaba de 497 víctimas y 173 sacerdotes y nueve diáconos involucrados en los abusos.

El documento, encargado por la archidiócesis de Múnich a un equipo de abogados, también atribuye a Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos en la época en que era cardenal y arzobispo de esta diócesis.

En este contexto, la Fiscalía de la ciudad alemana de Múnich investiga 42 casos relacionados con el informe. Según confirmó a Efe la portavoz de la Fiscalía, Anne Leiding, las diligencias se refieren a representantes eclesiásticos a los que el informe, que abarca el periodo de 1945 a 2019, atribuye conductas reprochables y que todavía continúan con vida.

“Qué reglas del derecho penal fueron violadas todavía es objeto de examen,“ agregó Leiding, quien explicó que el despacho de abogados que elaboró el informe puso a disposición de la Fiscalía las informaciones que dieron pie a las diligencias en agosto del año pasado.

El documento, encargado por el cardenal arzobispo de Múnich y Freising, Reinhard Marx, acusa a los responsables de esa archidiócesis de no haber hecho lo suficiente por esclarecer los abusos cometidos contra casi 500 víctimas conclusiones, la semana que viene.

Markus Söder, el primer ministro de Baviera -el land de mayoría católica al que pertenece la archidiócesis en que ocurrieron los abusos-, calificó el informe de “largo camino hacia el abismo”, en declaraciones citadas por la cadena regional Bayerischer Rundfkunk.

Además, afirmó que la Iglesia católica debe modificar sus estructuras y comprometerse claramente con una política de “tolerancia cero” para con los agresores.

Por su parte, en una rueda de prensa que tuvo lugar en la jornada de ayer en Berlín, la viceportavoz del Gobierno federal de Scholz, Christiane Hoffmann, tildó al informe de “paso al que deben seguir otros pasos” y pidió a la Iglesia que realizara “una revisión transparente y completa”.