Con la toma de posesión este mes de julio del cargo de presidente de Pedro Pablo Kuczynski, Perú tendrá su primer judío errante al frente del país.

Y es que si alguien puede personificar perfectamente la figura del judío en pos de una patria este es el nuevo presidente peruano y su familia. Porque no sólo se trata de gente huida de su patria a causa del antisemitismo, sino que los Kuczynski eran el arquetipo de familia burguesa judía europea de entreguerras: intelectuales, plurinacionales, con querencias artísticas y un pragmatismo político que los mantuvo siempre en las inmediaciones de los centros de poder.

Así, el padre de PPK -como se le conoce en Perú al nuevo presidente-, Max Hans, era un médico judeo-alemán originario de Posen (hoy, Polonia, y Alemania antes de la II Guerra Mundial) y catedrático de Medicina en Berlín. A la llegada del nazismo al poder en Alemania, los Kuczynski fueron buscando su acomodo por Francia, Suiza, Venezuela y, finalmente, el Perú, donde nació Pedro Pablo el 3 octubre de 1938. En este país Max Hans dirigió la leprosería de Iquitos. La madre, Madeleine Godard, era maestra y apasionada de las artes, en especial la música.

Esta última afición la heredó PPK, que siguió estudios musicales en la Royal Academy londinense -piano y travertín-, que dejó inacabados por graduarse en Oxford en Economía, Políticas y Filosofía, carrera en la que alcanzó el doctorado en la universidad de élite estadounidense de Princeton.

Su paso por los EEUU y las aulas de Princeton marcaron el futuro profesional y personal de PPK: se casó dos veces con mujeres norteamericanas (de la primera, de la que se divorció, tuvo tres hijos y una hija con la segunda), entró a trabajar en el Banco Mundial y, luego, en el Fondo Monetario Internacional, ambas con sede en los EEUU. De paso obtuvo también la ciudadanía estadounidense.

El presidente Belaunde Terry le llamó de regreso al Perú para que se incorporase al Banco Nacional. El golpe de Estado de Juan Velasco le hizo exilarse nuevamente en los EEUU para volver -ya como ministro de Finanzas y jefe de Gobierno del 2001 al 2006- bajo la presidencia de Alejandro Toledo. Ese periplo político-financiero le hizo a PPK cogerle el gusto al poder e intentó hacerse -sin éxito- con la presidencia en los comicios del 2011.

Las ironías del destino hicieron que PPK se aliara en la segunda vuelta de esas elecciones con Keiko Fujimori contra Ollanta Humala, quien acabó ganando con un programa nacional-populista. Ahora Kuczynski ha superado la nueva candidatura de Keiko Fujimori con un programa que se podría definir como de liberalismo radical de la vieja escuela. El éxito o fracaso de su apuesta, empero, no dependerá de PPK y su equipo, sino de Keiko, cuyo partido domina de largo el Parlamento de Lima.