"En Venezuela hay autocensura"
Unai Amenabar es un conocido presentador y locutor de radio vasco-venezolano. Llevaba 17 años trabajando en Venevisión, hasta que el 11 de febrero, sin previo aviso y sin ninguna explicación, el canal decidió retirarle del programa que conducía junto a Claudia Hernández
donostia. ¿Cuál ha sido su trayectoria en Venevisión?
Llevo 17 años trabajando en televisión. Primero en el noticiero último de la noche, del que salíamos a la una de la madrugada. Pero, a raíz de que mataron a un hermano mío (Iñaki Amenabar, en 2008) y haciendo revisión de las cosas importantes de la vida, decidí no seguir trabajando hasta tan tarde. En aquel momento puse la renuncia, sin mayor problema, y todo quedó en muy buenos términos. Un mes después, me llamaron para que condujera un programa muy temprano en la mañana, junto con otra periodista. Un programa muy corto de lectura de titulares que se llama Primer Contacto. Estuve ahí de marzo de 2009 hasta el 14 de febrero.
¿Qué pasó?
Yo ya no era personal de Venevisión, sino que formaba parte de una producción nacional independiente. En Venezuela, por la ley de responsabilidad social de radio y televisión, parte de la programación tiene que ser cubierta con productores independientes, cosa que en la práctica se termina cumpliendo parcialmente porque no hay tantos. Y muchos de los programas se terminan haciendo con el propio personal de la cadena, pero con la figura de producción nacional independiente. Yo ya no formaba parte de la nómina de Venevisión, sino que le facturaba a esta productora, aunque la línea editorial seguía siendo la de Venevisión. El caso es que hace un mes empezaron las informaciones de que estaban haciendo casting para algunos programas, entre ellos el mío. Le pregunté al productor y me dijo que no me preocupara.
¿Cuándo le comunicaron la noticia?
El viernes 11 de febrero, cuando terminé el programa, a las dos horas me llama el mismo productor y me dice que se iba a producir un cambio en las personas que conducen el programa y que los nuevos empezaban el lunes 14. Nunca hubo ninguna llamada ni ninguna explicación de quién tomó la decisión, porque el productor solo llevaba la parte operativa, no tiene nada que ver con este tipo de toma de decisiones.
¿Sospecha que pueda haber alguna motivación política detrás?
Hay mucho rumor. En estos momentos, hay muchísima presión sobre los medios de comunicación y, cuando se va acercando un proceso electoral, las presiones son mayores, y uno, que se ha mantenido en una línea muy crítica con el Gobierno, termina siendo un personaje incómodo. Siempre he mantenido una posición muy crítica con este Gobierno y los anteriores. No sé si eso tiene que ver directamente con la decisión que se tomó y la forma en que se hizo, porque nunca hubo una explicación.
¿Quién toma esa decisión?
Venevisión. Ellos son los que tomaron la decisión de escoger a la nueva pareja que conduce el programa.
La presión de la que hablaba, se habría ejerciendo entonces sobre Venevisión, ¿no?
Es una presión que se viene ejerciendo desde hace mucho tiempo sobre los medios de comunicación, de hecho, cantidad de veces, Chávez ha hablado mal de los medios de comunicación, nos ha calificado a los periodistas de las cosas más horrendas, en algunos casos como el de Radio Caracas Televisión (RCTV) se le terminó negando la concesión. La nueva ley establece que las concesiones que da el Estado para los canales de televisión y las radios es de menor tiempo. Todos estos son mecanismos de presión y, de alguna manera, se va censurando lo que hacen los medios, pero por la vía de promover la autocensura. Más que llegue allí un censor, lo que se hace es una gran promoción de la autocensura.
¿Cuál es la situación de los medios de comunicación?
De mucho miedo. Los medios independientes salen con muchísimo miedo, porque no saben en qué momento puede haber una medida por parte del Gobierno de cerrar una emisora de radio o un canal de televisión, y eso hace que se trabaje pensando dos, tres, cinco veces lo que se va a decir, a quién se va a entrevistar, cómo se va a entrevistar. Este Gobierno es muy sensible a cualquier comentario, está muy pendiente de que se entreviste a personas del Gobierno. Hay una vigilancia excesiva y permanente sobre los medios que no controla. Porque en los que controla, es impensable que hable alguien de la oposición, de algún sindicato o de alguna organización contraria al Gobierno. Por ejemplo, los rectores de la universidad que no están con él no tienen espacio en los medios públicos o los representantes estudiantiles, de gremios como el del comercio, la industria o los empresarios. Sin embargo, para los medios privados, sí son muy quisquillosos a la hora de garantizar ese supuesto equilibrio. Eso es en líneas generales el drama que tenemos ahora.Se ha visto, con el cierre de periódicos, televisoras, emisoras radios, que las amenazas se convierten realidad. Ha llegado a afectar, incluso, a aquellos anunciantes de empresas privadas que ponen publicidad. A quien pone anuncios en determinado programa de televisión, periódico, le fiscalizan mucho todo el tema de impuestos, permisos, se le niega también el fácil acceso de adquisición de dólares.
En los primeros años del 'chavismo', Venevisión era un canal muy crítico con el Gobierno, pero en los últimos tiempos ha suavizado su línea editorial. Este tema ha creado gran debate y multitud de rumores. ¿Qué hay detrás?
Siempre ha sido una empresa donde se ha promovido la constitucionalidad, la democracia, la libertad, la propiedad privada, la libre empresa. Pero resulta que muchos de esos valores se han convertido en malas palabras. A cualquier gremio que levanta la voz para exigir que se cumpla la Constitución, se le califica de golpista. A Venevisión también se le criticó de ser muy de oposición y se le tachó de tratar de tumbar al Gobierno. Entonces, para evitarse problemas, se movió hacia el otro lado y pasó a ser bastante suave o bastante complaciente con el Gobierno, que es la situación actual.
En la práctica, ¿qué ha supuesto?
Los periodistas tienen que pactar la entrevista con el entrevistado, el ministro, el diputado, el presidente de un instituto oficial, pero yo no pasé por el aro. Dije que ese tipo de cosas estaban en contra de mi código de ética y valores como profesional. No hubo sanción directa, pero no volví a hacer entrevistas.
¿Sospechaba, entonces, que le podían despedir?
Esto no fue una cosa de la noche a la mañana, sino de un proceso gradual. La sospecha siempre existe y la posibilidad siempre está ahí, porque uno va viendo que el ambiente se va poniendo cada vez más hostil, empiezas a sentir que eres una persona incómoda. No se me había avisado ni advertido, pero tampoco me sorprendí cuando llegó.
¿Cuáles han sido sus mayores críticas al Gobierno de Chávez?
Hay tantas cosas que criticar, desde políticas económicas, manejo de la situación de los derechos humanos, aspectos desde el punto de vista político, modificación de leyes, abusos de autoridad. Hace unos años, tuvimos en Venezuela un referéndum para modificar la Constitución y ganó la opción del no. Desde entonces y en virtud de que Chávez no lo pudo hacer por esa vía, ha ido aprobando leyes que contradicen la Constitución. Y el Tribunal Supremo de Justicia, como también está controlado por ellos, dice que todo está bien.
¿Tiene algún nuevo proyecto?
He recibido mucho apoyo del gremio y de la población. En televisión todavía no hay nada, pero tengo también una revista deportiva propia, y proyectos siempre hay.
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