bruselas. Los Veintisiete estudiarán hoy en una reunión en Bruselas las consecuencias de la crisis alimentaria provocada por los piensos contaminados con dioxinas que fueron distribuidos en miles de granjas avícolas y porcinas en Alemania y que, según confirmó la Comisión Europea, también han sido exportados a Dinamarca y Francia.
El encuentro será entre expertos, los que forman el Comité permanente de la cadena alimentaria y la salud animal de la UE, y permitirá "hacer una evaluación de los hechos" y estudiar los últimos datos que proporcione Alemania. Fuentes comunitarias consideran poco probable que de la reunión salgan medidas concretas o reforzadas sobre el control de los productos afectados.
En la tarde de ayer Bruselas recibió a representantes de la industria agroalimentaria para abordar la cuestión y reflexionar sobre fórmulas para mejorar los controles y la seguridad en la producción de piensos destinados a la industria agroalimentaria o a las que no lo son.
Por su parte, la ministra alemana de Agricultura y Protección del consumidor dijo que "es evidente que habrá consecuencias y que se endurecerán los controles". Ahora falta una evaluación precisa después de que el domingo se levantara el cierre temporal a unas 3.000 de las 5.000 granjas cerradas los días pasados para su inspección. La alarma ha hecho mella ya en el consumo interno de carne de porcino y productos avícolas