De vacaciones, y cuando uno va a la piscina o la playa, qué menos que una cerveza o refresco al día para aligerar el gaznate. Y heladito para los niños. Lo que pasa es que estos están tres meses de jota, y así, suma que te suma, el otro día me planteé si no sería mejor hacerme ministro, si es posible de Hacienda, y cobrarme favores, porque los helados de los niños me sacan de cuerda.
Hagamos números: Cornetto de chocolate que le gusta al niño en piscina de pueblo de menos de 2.000 habitantes: 2,80 euros. Hasta él se asusta. El otro día le llevamos a unas piscinas de pueblo grande y, ¡sorpresa!: "Aita, Choc ‘n ball-a, hemen, 3 euro!" Y si luego le sumamos el helado de la niña, pues es normal que los jóvenes no quieran tener hijos. Bastante hacen con tenerse en pie.
"No puede ser que un asalariado a jornada completa gane menos de lo que ingresa por la RGI un adulto con dos menores a su cargo: 1.336,81 euros"
5,6 euros de dos helados, multiplicado por 30 días, nos salen 168 euros al mes: el 10% de un sueldo de 1.700. Así que si nos ponemos a querer comer u otras cosas raras, apaga y vámonos.
¿A dónde quiero llegar con todo esto? Pues primero voy a aplaudir al Gobierno (aunque le recuerdo que da vergüenza la basura en la que nada) por subir el SMI hasta los 1.184 euros brutos al mes. Pero no nos engañemos. No puede ser que un asalariado a jornada completa gane menos de lo que ingresa por la RGI un adulto con dos menores a su cargo: 1.336,81 euros.