El 1 de enero, a las 4 de la mañana, en una de las calles céntricas de Donostia, alguien, supongo que cansado por el ruido de las fiestas por el fin de año, decidió ponerse a tirar libros por la ventana, con la casualidad que uno me cayó a mí en la cabeza. Resultó ser la segunda parte de El Señor de los Anillos, Las Dos Torres. Por suerte, era un libro de bolsillo y de tapa blanda, por lo que más allá del susto no me pasó nada, pero lo consideré una señal de lo que iba a dar el 2025. Podría haber tirado El Retorno del Rey, donde todo se arregla, pero no. En este libro Sauron sigue avanzando en su conquista de la Tierra Media, y parece que hay pocas esperanzas. Hoy en día vivimos un momento parecido, con las fuerzas del mal tomando posiciones y con un Sauron millonario que trata de controlar el mundo, por lo que 2025 no parece que vaya a ser el año en el que todo se arregle. Aun así, como dice Sam en Las Dos Torres, en la película, que no en el libro: “Al final, todo es pasajero. Como esta sombra. Incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y, cuando el sol brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón”. A ver si Frodo y Sam no tardan mucho en llegar al Monte del Destino.