“Si gana Harris... si gana Trump: así puede cambiar Estados Unidos y el mundo”; “Moldavia acusa a Rusia de injerencia en la segunda vuelta de las presidenciales”; “Geroa EPSV se adapta a la ley vasca desde una posición de fortaleza en Gipuzkoa”; “Las rotaciones de la Real en Pilsen”... Son titulares de noticias que estos días se han publicado en la prensa, aparte, claro está, de lo que ha acaparado la mayor parte de nuestra atención, la catástrofe sufrida por la Comunitat Valenciana, sobre todo, Castilla-La Mancha y Andalucía... Pero todas estas otras noticias pierden el sentido con las consecuencias de la devastadora dana y los datos que seguimos conociendo del gran número de vidas perdidas que tenían, como tú y como yo, su proyecto de vida, sus sueños, sus alegrías, sus tristezas... Sí, la vida sigue, pero allí quedan miles de afectados que con el paso del tiempo, seguramente, irán cayendo en el olvido. Lo importante no son las promesas de los políticos a esta gente ni las vergonzosas visitas de gerifaltes para ponerse medallas, sino el apoyo que puedan recibir las familias de las víctimas y todos los que han perdido su casa, su negocio, su coche... cuando, dentro de un tiempo, las noticias sean bien diferentes y esta catástrofe ya no esté de actualidad.