Sábado, domingo, lunes, martes, miércoles, jueves y dimisión. La elección de la canción Zorra para representar a TVE en Eurovisión ya se ha cobrado la primera dimisión, la de la delegada de Igualdad de RTVE. Lo hace después de que estos días se haya intentado agitar el avispero en las redes sociales y en algunos programas de televisión de la competencia tras conocerse que la canción de Nebulossa se ha convertido en el segundo tema más viral de Spotify a nivel mundial y que en pocas horas tuvo más reproducciones en Youtube que su predecesora en todo un año. Montserrat Boix ha dejado su puesto de delegada de Igualdad, Diversidad e Inclusión pidiendo “perdón a las víctimas de violencia de género” (?) y asegurando que esta canción “ni es empoderamiento para las mujeres, ni feminismo”. Y lo ha hecho cuando parecía que el ruido y los fantasmas ya se habían disipado: la organización de Eurovisión no ha visto problema en la letra ni en el título, el presidente Sánchez la ha defendido ante los de siempre y también Urtasun, el ministro de Cultura. Poca mecha había tenido la polémica y así no se forja una leyenda, no se gana Eurovisión ni nos retroceden a 1983, cuando lo de las Vulpes y Me gusta ser una zorra. Se me acaba aquí el espacio, doy más la chapa en la revista ON, que viene hoy con su periódico. Le avanzo el título: Una zorra, una puta y un maricón. Viva 2024.