Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, Simon Biles sorprendió anunciando su retirada por problemas de salud mental. La gimnasta es una de las más reconocidas a nivel mundial y cuenta con numerosas medallas olímpicas y campeonatos en su corta carrera. Y, ahora, también se ha convertido en un icono de la importancia de la salud mental y ha sido muy aplaudida por todos los aficionados al deporte.

Nacida en 1997, esta gimnasta de tan sólo 27 años, ha vuelto a participar en los Juegos Olímpicos este año 2024 en París y lo ha hecho de una forma muy especial. Durante las pruebas antes del comienzo de los juegos, los gimnastas estadounidenses tuvieron el placer de contar con el mejor acompañante posible: Beacon. Un golden retriever de 4 años que ha conquistado a todos.

La importancia de la salud mental

En 2020, tomó la valiente decisión de retirarse de los Juegos Olímpicos para priorizar su salud mental. Biles explicó que estaba lidiando con un fenómeno conocido como "twisties", una peligrosa pérdida de conciencia espacial durante los giros en el aire, lo que podría haber puesto en riesgo su seguridad. A pesar de la presión y las expectativas, Biles recibió un amplio apoyo de compañeros, fanáticos y profesionales de la salud mental, quienes elogiaron su coraje y honestidad. Su retirada no solo abrió un diálogo crucial sobre la salud mental en el deporte, sino que también reafirmó que la fortaleza verdadera incluye reconocer y abordar las propias vulnerabilidades. 

Beacon, el mejor compañero de equipo

Este año, la gimnasta cuenta con una compañía muy especial, Beacon. Un golden retriever de cuatro años que brinda apoyo y terapia a las gimnastas de Estados Unidos. Se ha hecho viral y no paran de circular videos e imágenes de él jugando con los atletas el mes pasado durante las pruebas de gimnasia olímpica de EE.UU. que se celebraron del pasado 27 al 30 de junio.

Su adiestradora, Tracey Callahan Molnar, ha explicado que Beacon "percibe el estrés y se dirige inmediatamente hacia esa persona". Según ella, "absorben el estrés de las personas" y, además, añadió que "aunque no pueda estar acostado y quieto durante dos horas, queda agotado después".

Beacon no sólo tiene tiempo para apoyar a las gimnastas, sino que también ha enternecido a todos con sus vídeos jugando con la pelota durante los descansos. Una imagen de lo más entrañable que demuestra el papel fundamental de las mascotas en terapias y apoyo emocional.

Perros de terapia: Compañeros que transforman vidas

Los perros de terapia han emergido como compañeros invaluables en diversos entornos, proporcionando consuelo, apoyo emocional y alegría a quienes más lo necesitan. Estos animales, entrenados específicamente para interactuar con personas en hospitales, residencias de ancianos, escuelas y otras instituciones, desempeñan un papel crucial en la mejora del bienestar mental y emocional de sus beneficiarios.

El impacto positivo de los perros de terapia es respaldado por una creciente cantidad de investigaciones científicas. Estudios han demostrado que la interacción con estos animales puede reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, además de disminuir la presión arterial y mejorar el estado de ánimo general. En entornos hospitalarios, la presencia de perros de terapia no solo alegra a los pacientes, sino que también puede acelerar su recuperación al proporcionarles una distracción positiva y fomentar la liberación de endorfinas.

En las escuelas, los perros de terapia ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales. Los estudiantes que luchan con dificultades de aprendizaje o problemas de comportamiento encuentran en estos animales un amigo no crítico y cariñoso, lo que puede mejorar su autoestima y motivación. Asimismo, en residencias de ancianos, la visita regular de perros de terapia brinda a los residentes un sentido renovado de propósito y alegría, aliviando sentimientos de soledad y aislamiento.

El entrenamiento de un perro de terapia es riguroso y se centra en garantizar que el animal sea calmado, amigable y adaptable a diferentes situaciones y personas. No todas las razas o perros son adecuados para este trabajo; se buscan aquellos con temperamentos estables y personalidades afectuosas.