La Vuelta disfrutó en Vigo de la primera jornada de descanso después de un largo salto desde Granada. Tiempo para el relax y el debate. Las preguntas giran en torno a la solidez como líder del australiano Ben O’Connor, las dudas de Primoz Roglic como gran favorito y el aliciente de ver a Enric Mas en su mejor versión entre los mejores de la general.
Varias incógnitas
La Vuelta saltó a Galicia al rojo vivo. O’Connor tiene una buena ventaja de 3:53 sobre Roglic, pero a partir del esloveno la general está en un pañuelo. Carapaz y Mas, ambos cotizando al alza, están a menos de 1 minuto, y luego más alejados Mikel Landa y Carlos Rodríguez, pero con margen de reacción. ¿Se convertirá O’Connor en otro Kuss?, ¿reaccionará Roglic para lograr pasar a la historia con cuatro triunfos totales?, ¿concretará Mas su nueva versión? La Vuelta seguirá en la segunda semana en su línea de mantener la emoción hasta el último kilómetro en Madrid.
O’Connor descansó como “un hombre feliz” y avisó de que “no será fácil” quitarle el maillot rojo. Fue cuarto en el Giro y en el Tour y no es ningún advenedizo, es un corredor de nivel. Por su parte, Roglic dio la de cal en Villuercas y Cazorla con sendos triunfos, pero en Sierra Nevada sembró dudas. Está claro que no es el corredor que ganó tres Vueltas.
Enric Mas, con opciones
La afición estatal ya sueña con las opciones que pueda tener Enric Mas en esta Vuelta. El balear, tres veces segundo en la Vuelta, está en gran momento de forma, y aspira a lo máximo. Ha ofrecido una nueva versión de corredor atacante que invita al optimismo. Y como tercero en el podio se ha colado Carapaz después de su gran etapa en Sierra Nevada.
Mikel Landa, por su parte, sigue alimentando el fenómeno landista después de su quinto puesto en el Tour y su presencia entre los mejores en la Vuelta. Está más alejado en la general, pero su objetivo de ganar una etapa es factible. Además, Carlos Rodríguez, después de un flojo comienzo, ya está en el top 10, es noveno a seis minutos del líder.
Los alicientes no van a faltar en la segunda semana. La carrera entra en Galicia, con el alto de Manzaneda en el menú y una clásica de Padrón que puede ser explosiva. Luego el recorrido ofrece alicientes para disfrutar del espectáculo hasta la última etapa del 8 de septiembre en Madrid, una crono crucial. Para empezar, hoy entre Ponteareas y Baiona jornada sin grandes puertos, pero sin un metro llano.