Alerta azul en Diestralandia: demasiado bien puede ser demasiado mal. ¿De qué les hablo? De lo que El Mundo advertía ayer en primera: "La pujanza de Ayuso deja a Vox al borde del KO pero no asegura su reelección". En las páginas interiores lo cuenta así el cronista Francisco Pascual: "Ayuso se ha tragado literalmente a Vox y amenaza con dejar a esta formación sin escaños por no alcanzar el umbral del 5%. Ello la obligaría a sacar mayoría absoluta -entre el 46 y 47% de los sufragios- pero, aun con la desaparición de Ciudadanos, esta probabilidad no aparece de forma nítida en los sondeos, que le otorgan entre el 43 y el 45%. La líder del PP puede morir de éxito, lo que inquieta a su partido".

También La Razón se hace eco de la posibilidad de estar haciendo un pan con unas hostias, con perdón: "Madrid es un polvorín, al que le han encendido la mecha sin que nadie tenga realmente controlada la dirección de la explosión. En el PP preocupa la caída de Vox. A día de hoy, su suma no da la mayoría absoluta". Glups.

Eso, en el periódico dirigido por Marhuenda, como aperitivo de una de sus habituales encuestas psicodélicas. Bien es cierto que esta vez es más alucinógena la interpretación. Tanto en portada como en el interior, el sondeo se explica así: "Ayuso e Iglesias enfilan una batalla a dos ante el 4-M". Visto de ese modo, parecería que van empatados, cuando según esa encuesta, el PP sería primera fuerza con 55 escaños, mientras que Podemos quedaría relegado a la quinta plaza, con 12 representantes. Y eso se supone que es una batalla a dos.

Para enredarlo todavía más, los mismos datos le sirven al editorialista para versionear el clásico cuento de La Lechera: "Una rotunda victoria de Ayuso y la caída del PSOE supondrían el fin del Gobierno de coalición. Las elecciones de Madrid apuntan a que la derecha puede ser una alternativa al peor gobierno de nuestra democracia". Ya había dejado escrito el día anterior Marhuenda en persona una variación de lo mismo: "Madrid se ha convertido en la trinchera para defender la España constitucional que no quiere ser una marioneta en manos de Iglesias, Junqueras, Puigdemont y Otegi".

Desde ABC, Juan Carlos Girauta, uno de los primeros tránsfugas de Ciudadanos al ayusismo (aunque sin sitio en la lista), se adorna con una pieza titulada "Cuántos nervios". ¿Que por qué los nevios? Apunten. "Es por Ayuso. Se nota el canguelo a la legua. No deja de ser raro este desasosiego en rápida transición hacia el pavor".

Pero Federico Jiménez Losantos, zorro viejo, no se fía de tanto entusiasmo. Él también está (por ahora) con la lideresa, pero se teme lo peor: "Génova sigue enredando y estorbando. Un día dice que no quiere a Vox, y otro, que teme que no saque grupo parlamentario, majadería que no respalda ni Tezanos. O alguien logra, ya, una orden de alejamiento contra Teodoro, o acaba fichando a Rociíto".

Nostalgia de Colón

De vuelta en ABC, les copio y pego, sin necesidad de mayor glosa, esta reivindicación nostálgica firmada por Luis Ventoso: "La manifestación supuso una reacción patriótica contra un presidente felón que estaba jugando a escondidas con la soberanía nacional para granjearse el apoyo de los más sañudos enemigos de España. ¿La foto de Colón? A mucha honra. ¿Qué es mejor: estar con España y su democracia, o con quienes trabajan para destruirla y los comunistas de tics autoritarios?".

Y los últimos entrecomillados corren a cargo de Julio Valdeón, despreciador de las lenguas periféricas. "Nos quieren extranjeros", berrea ante una iniciativa parlamentaria para que se respeten los derechos de quienes tienen otra lengua además del español. He aquí su doctrina: "La gran trola de fondo consiste en disimular que el castellano es la lengua materna de la mayoría de los españoles y que el porcentaje que lo habla supera el 99,8%. [...]A falta de diferencias étnicas o religiosas los usan como enrejados metálicos. Sueñan con un ejército de traductores para entendernos con nuestros vecinos".