La agricultura biodinámica es un método de agricultura basado en las teorías de Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía. Para Ángel Amurrio, este filósofo austriaco es su autor de cabecera desde que descubrió sus preceptos hace ya más de dos décadas, destaca.

Descendiente de la bodega familiar Amurrio Bastida, procedente de Labastida, Ángel decidió seguir ligado al mundo vitícola con la producción de sus propios vinos, hasta que en el año 2000 se topó con la agricultura biodinámica. "Empecé a hacer pruebas en un terreno que teníamos en Haro y comprobamos que estas técnicas eran igual o más efectivas que las que usaban otros, por lo que decidimos investigar y así surgió 'Biodinámica Tierra Viva'", cuenta. Ahora, junto con sus hijos, Carlos y Lucas, acaban de trasladarse a Lerín, el pueblo donde nació Raquel, para fundar su propia finca.

Lo que mueve a los agricultores biodinámicos es devolver a la tierra más de lo que les da en sus labores de cultivo y ganadería. Esta filosofía, que promueve un enfoque holístico de la agricultura, se distingue de otros métodos agrícolas porque tiene en cuenta la influencia de los astros para la realización de las labores agrícolas y pecuarias, y además, utiliza preparados obtenidos a partir del procesamiento de derivados vegetales y animales para estimular la riqueza en nutrientes de la tierra.

El eje central en la biodinámica es la granja, considerada como un organismo individual y complejo integrado dentro del ecosistema de esta forma que se produzca una interrelación entre suelos, plantas, animales y seres humanos, formando, en su conjunto, un sistema autónomo en equilibrio.

Este tipo de agricultura busca que lo que entra sea igual que lo que sale, es decir, que, sin necesidad de introducir materiales externos, haya un equilibrio entre la extracción de nutrientes -derivada de la recogida de la cosecha y de otros productos de origen animal- y la producción de nutrientes, mediante la cría de animales -que generan el estiércol necesario para hacer elcompost- y el cultivo de plantas para convertirse en forraje o abono verde..

Por todo ello, se trata de un procedimiento agrícola totalmente sostenible y puede considerarse ecológico también, ya que promueve muchos de los preceptos de la agricultura ecológica, si bien hay que destacar que es anterior a esa corriente.? No obstante, la agricultura biodinámica se diferencia de otros tipos de agricultura ecológica en el uso de preparados vegetales y minerales, como aditivos para elaborar compost y aerosoles para alimentar el terreno, así como en el seguimiento de un calendario de siembra basado en el movimiento de los astros. De esta forma, en un cultivo, por ejemplo, la siembra y la cosecha siempre deben programarse en los días más favorables siguiendo ese calendario. Además, como en otras formas de agricultura ecológica, está prohibido el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas industriales y ?las enfermedades que puedan surgir en el cultivo y la ganadería no han de tratarse aisladamente, sino como un síntoma de problemas en todo el conjunto.

Degradación de los nutrientes

El origen del término 'agricultura biodinámica' o 'dinámica biológica' fue acuñado en 1924, a raíz de un ciclo de conferencias impartidas por Steiner, a petición de un grupo de agricultores preocupados por el futuro de la agricultura ante el auge de las explotaciones agrícolas a gran escala y su impacto sobre la tierra. Y es que a principios del siglo XX, empezaron a utilizarse fertilizantes químicos, como nitrógeno condensado para obtener mayores cosechas y evitar las plagas.

Sin embargo, Steiner se mostró contrario a estas prácticas. "El abonado mineral es algo que debe cesar, pues el efecto de cualquier tipo de fertilización mineral, después de un tiempo, es que los productos cultivados en los campos así tratados pierden su valor nutritivo", advirtió. Este filósofo austriaco ya hablaba en esa época de que la calidad de la comida se había degradado por culpa de la agricultura química, que utilizaba pesticidas y fertilizantes artificiales.

"La biodinámica es un largo camino de conocimiento, pues es muy importante conocer bien la tierra", indica Amurrio. Por eso, aunque al principio a viajaron mucho para ver cómo trabajan la tierra otros agricultores biodinámicos en Alemania, Austria, Suiza o Francia -donde esta filosofía está más asentada-, tuvieron que adaptar todo ese conocimiento al clima de Navarra, muy distinto al de esas latitudes, remarcan. En la actualidad forman y asesoran a personas de todo el mundo, interesadas en esta técnica, en base a su experiencia, porque "el aprendizaje final te lo da lan los experimentos que hagas en tu propia finca", remarca Raquel.