- La asociación de defensa del patrimonio Áncora critica "falta de argumentación" para descatalogar Ebro Etxea del catálogo arquitectónico de Zarautz.

El presidente de Áncora, Alberto Fernández D' Arlas, recalca que el informe adolece de carencias "muy graves", dado que desconoce datos tan básicos como la propia autoría del inmueble. Según el experto, no aporta los planos originales ni la memoria conservadas en el archivo municipal y tampoco proporciona el mínimo contexto histórico ni tipológico, a la hora de analizar sus valores patrimoniales.

Ebro Etxea, contextualiza la asociación, "es una casa-torre bajomedieval, como el cercano palacio de Narros". Se trata de un inmueble proyectado en el año 1940 por el arquitecto donostiarra Lucas Alday y cuenta con una "tipología arquitectónica precisa, en estilo neovasco".

Se erigió como colonia de veraneo para los hijos de los empleados de Ebro Compañía de Azúcares y Alcoholes (ECAYA), "iniciales que todavía presiden la fachada principal". Así, es uno de los "pocos ejemplares que queda en la CAV", junto a los edificios similares de colonias infantiles de Sukarrieta y Hondarribia, situados asimismo en localidades costeras y resueltas en estilo neovasco. Según el comunicado de Áncora, tampoco cabe ignorar la vinculación de este edificio con una gran compañía industrial, circunstancia que "acrecienta su interés patrimonial".

En cuanto a las características, está construida en "hormigón armado" y posee cierta monumentalidad al rematarse con airosos garitones en los ángulos. Consta de "un cuerpo central con cubierta a cuatro aguas que acogía los servicios comunes y dos alas laterales simétricas destinadas a dormitorios de niños, respectivamente". El acceso se practica a través de "un porche columnado" que soporta un balcón y marca el eje de toda la composición.

Los detalles ornamentales, por otra parte, se integran adecuadamente en el diseño general del edificio, que presenta "una ordenación clara y traduce un propósito manifiestamente funcional".

Por todo esto, Áncora ha manifestado que Ebro Etxea forma parte del legado histórico y cultural del municipio, "siendo un edificio claramente recuperable en su uso actual e incluso reutilizable".

Es uno de los "pocos ejemplares que queda en la CAV", junto a los edificios similares de Sukarrieta y Hondarribia