ras un periplo de trece años por tierras mejicanas, el artista azkoitiarra Gorka Larrañaga hace dos que regresó a su localidad natal, donde en estos momentos está a punto de culminar un curioso proyecto que, además de mejorar la estética de la gasolinera local, supone todo un ejercicio de memoria histórica. No en vano, el artista está plasmando en las paredes de la denominada Estación de Servicio Azkoitia-Azpeitia diferentes imágenes representativas no solo de la historia del surtidor, sino de la propia villa del Urola.

Según cuenta el propio Gorka, la iniciativa que está llevando a cabo empezó a fraguarse "el pasado mes de septiembre y de forma bastante casual"; concretamente, al encontrarse con el gestor de la gasolinera, Jon Larrañaga: "Me comentó que cuando reformaron la estación de servicio, en el año 2015, barajaron la idea de poner fotos antiguas en la gasolinera". Sin embargo, prosigue Gorka, "aquella idea no prosperó y me planteó a ver si me animaba a pintar un mural".

El artista azkoitiarra vio con buenos ojos la propuesta; si bien trasladó al responsable del surtidor que para él resultaba más interesante "realizar una narración visual de la historia de la gasolinera". A partir de ahí, Jon hizo llegar el planteamiento de Gorka a los socios de la estación de servicio que "al principio tuvieron algunas dudas, pero tras ver un montaje que había preparado, acabaron cogiendo la idea con agrado".

Una vez recibido el visto bueno de los dueños del negocio, Gorka Larrañaga empezó una labor de documentación que resultó de lo más prolífica "gracias a la ayuda del historiador Juan Bautista Mendizabal y del responsable del Archivo Municipal, Imanol Mujika". El primero le aportó numerosos datos relativos a la historia de la estación de servicio y el segundo planos y fotos de diferentes periodos históricos.

Finalizados los preparativos, fue a finales del pasado mes de noviembre cuando Gorka Larrañaga empezó a realizar los dibujos: "Estoy usando la técnica del oleo pero con un tratamiento muy aguado, para conseguir unas transparencias que incentiven la memoria", señala.

Entre las imágenes históricas que está plasmando en las paredes de la gasolinera hay un poco de todo: "Del primer surtidor de gasolina que estuvo en Plaza Berri antes de la Guerra; de varias personas pasando junto a ese mismo surtidor durante un funeral que se celebró en 1953 para despedir a varios azkoitiarras que fallecieron después de que una crecida del río se llevara el autobús en el que viajaban a la altura de Zestoa; del edificio del cine Olimpia que estaba al lado de la actual estación de servicio y que derribaron para hacer viviendas; de la plaza del mercado antes de su renovación; de la fábrica de txapelas que había enfrente de la gasolinera o de los surtidores de los pasados años 40-50 y de la década de los años 80".

Incluso, entre las imágenes está el plano de 1942 del proyecto de talleres y estación de servicio para Don Gregorio Zabala en Azkoitia.

Sea como fuere, el proyecto que está ejecutando Gorka Larrañaga se culminará en un par de semanas "con la colocación de unos textos explicativos junto a las imágenes".