Los sectores más castigados se embarcan en un proceso de análisis para salir reforzados

Egun Errenteriak 40.176, Pasaiak 16.722, Oiartzunek 10.369, eta Lezok 6.080 biztanle dituzte.

a pandemia ha sacudido con fuerza la mayoría de los sectores económicos, sin embargo, también hay quien ante la adversidad es capaz de sacar una lectura positiva y quienes han sacado provecho a los meses en los que se han visto obligados a tener sus negocios cerrados para hacer balance y pensar cómo quieren afrontar el futuro.

Este es el caso de Itsaso Garayar, del bar Leku Zaharra de Errenteria y miembro de la asociación de hosteleros Ostari de la localidad. El último año para Garayar “ha sido una locura”, lleno “de estrés y de una gran incertidumbre” por la falta de información. “Económicamente ha sido un palo muy gordo, pero mentalmente ha sido peor, porque teníamos una incertidumbre muy angustiosa, porque no veíamos una luz”, recuerda.

Sin embargo la situación poco a poco ha dado un vuelco: “Yo ahora sí que veo una mejoría porque estamos trabajando, además los clientes nos están apoyando un montón, porque la gente tiene ganas de hacer una vida lo más normal posible. Veo que de esto vamos a salir”, asegura esperanzada.

De hecho, en las últimas semanas es complicado encontrar una mesa vacía en una terraza, sobre todo cuando el tiempo acompaña, pero Garayar quiere destacar que también es seguro el interior de los establecimientos.

Garayar también quiere destacar la solidaridad que existe entre los diferentes establecimientos de hostelería de Errenteria y el trabajo conjunto que se está llevando a cabo con el Ayuntamiento. A su juicio uno de los rasgos diferenciales del sector, respecto a otros lugares. “El Ayuntamiento está apoyado a la hostelería en todo lo que puede, se les ve que realmente están preocupados y hemos creado una mesa de trabajo. Estamos mirando al futuro, para ser una hostelería atractiva que atraiga a la gente”. “Aquí los diferentes establecimientos de hostelería trabajamos conjuntamente, tenemos claro que juntos seremos más fuertes”, manifiesta.

De hecho, Ostari, la asociación de hosteleros de Errenteria, ha comenzado un estudio, con la ayuda profesional de Ikertalde, para elaborar un Plan Estratégico en el que se diseñarán medidas a corto y medio plazo para asentar el futuro del sector. “Este momento de parón nos ha venido bien para reflexionar sobre quiénes somos, a dónde queremos llegar, qué queremos ofrecer a la gente, si lo estamos haciendo bien..”, añade. “Estamos haciendo un trabajo muy interesante que espero que dé sus frutos”, concluye.

Prácticamente la misma lectura de la situación hace Maika Martín, presidenta de la asociación de comerciantes Errenkoalde y dueña de la tienda de decoración TM de Errenteria. “Estos últimos doce meses han sido como estar en una noria, con mucha incertidumbre, pero sin dejar de pelear para seguir para adelante”.

No obstante, el comercio de Errenteria llevaba unos años estudiando cómo adecuarse a los nuevos hábitos de compra y Martín asegura que los meses en los que han estado parados les han servido para darle “un empujón” a dicha reflexión. “Ha servido para que todos seamos más conscientes de lo que representa el comercio local, que nosotros seamos todavía más conscientes de los avances y de los pasos que tenemos que dar para estar a la altura de nuestras mayores competencias”, apunta.

“Nos ha servido para reforzarnos como asociación, hemos trabajado con más unión y apoyándonos entre nosotros, es lo positivo que nos ha traído la pandemia”, apostilla. De hecho, Errenkoalde ha crecido un 50% en el último año, ha pasado de tener 100 a 150 socios, sobre todo por la incorporación a la asociación de la hostelería y por un gran número de comercios del barrio de Beraun.

Este último año han creado entre otras cosas un escaparate digital de los comercios de la localidad y un servicio de reparto a domicilio sostenible a los hogares de Errenteria y Lezo con un triciclo: “Somos más conscientes de la importancia que tiene lo digital, muchísimas personas miran en Internet antes de salir a comprar, por lo que queremos reforzar el comercio físico con el escaparate digital”.

Además, la pandemia también les ha traído oportunidades, cuando las grandes superficies estaban cerradas y con los cierres perimetrales. “Gente que antes tenía la inercia de coger el coche e irse fuera a comprar, se han acercado a los comercios locales y han descubierto muchas tiendas que no conocían. Yo creo que cuando todo termine, algunos de esos clientes seguirán consumiendo en el pueblo”, señala. “En Errenteria hay una amplia oferta de comercios, se puede comprar de todo sin necesidad de salir fuera”, recalca.

Por otro lado, el mundo de la cultura, del turismo y del ocio es otro de los grandes damnificados del Covid-19. Eso lo sabe muy bien la Factoría Marítima Albaola, ubicada en San Pedro, y que en el mes de diciembre decidió cerrar sus puertas a los visitantes. “La cultura es muy amplia, pero el patrimonio cultural es un sector dentro ella más pequeño, tiene más dificultades para tirar adelante, aunque de unos años para aquí se está reivindicando”, explica Xabier Agote, presidente de Albaola. De hecho, en 2019 registró más de 65.000 visitantes, cifra que cada año iba en aumento.

“Estos meses están siendo terribles, muy difíciles para nosotros”, relata Agote. No obstante, los visitantes tienen una doble dificultad, además de los aforos reducidos que imponen las medidas sanitarias, el paseo de Ondartxo que lleva al museo se encuentra cerrado por un desprendimiento en una de las partes de la ladera que sucedió hace también un año. Las obras para llevar a cabo su estabilización ya se han licitado y se espera que para verano el camino esté de nuevo abierto. Ante este panorama, Albaola decidió cerrar el museo en invierno.

Con su modelo de autogestión mermado por la falta de visitantes, se han paralizado todos los proyectos de Albaola. Tan solo han mantenido el curso de carpintería de ribera.

No obstante, Xabier Agote, como buen marino vasco, sabe reponerse a las adversidades y ha aprovechado estos meses para detectar nuevas oportunidades y nuevos retos: “Hemos redactado nuevos proyectos que queremos materializar, tenemos muchas ideas y estamos muy motivados para volver con más fuerza”.