l casco histórico de Ordizia presentaba ayer una imagen insólita. Era miércoles, día de feria, y normalmente tanto la Plaza Mayor como sus alrededores suelen estar llenos de gente. Pero en tiempos de coronavirus hay que reforzar las medidas de seguridad, y por ello el Ayuntamiento optó porque se celebrase en el frontón Beti Alai. De esta manera, los nueve productores pudieron vender sus productos frescos a la ciudadanía mediante venta directa.

Ya el martes los operarios municipales estuvieron desinfectando el interior del frontón y también la parte externa. Además, se organizaron los nueve puestos manteniendo todas las distancias posibles, y se pegaron cintas adhesivas en el suelo que hacían que los compradores mantuviesen ese mínimo de distancia con las y los baserritarras.

Para las nueve de la mañana se podía contemplar la cola perfectamente organizada, ayudada por los miembros de Babes Zibila. Justo donde se encuentra el frontón pequeño, pegado al grande, se pusieron varias fregaderas dotadas de jabón para que aquellas personas que quisieran entrar al recinto a comprar se desinfectasen las manos. A pocos metros, en la entrada, uno de Babes Zibila repartía los guantes y el gel desinfectante.

Judith García, que vive en Olaberria, vende queso. "Creo que la gente de aquí continúa comprando en la feria y que mantiene su compromiso con el primer sector. Para nosotros los productores es muy importante mantener estos canales porque si no se nos cortan. Aquí se ve que si hay voluntad y se intenta, se encuentran formas para poder continuar organizando la feria".

Beñat Telleria, el productor de queso de vaca de Mutiloa, destacó la necesidad de tener estas vías en marcha: "Para mí es muy importante, ya que trabajo con producto fresco. Si no tenemos esto no tenemos por donde venderlo y se echa a perder". De la misma manera que García, recalcó la necesidad de voluntad para llevar a cabo estas actividades: "De parte del Ayuntamiento me parece que están haciendo todo los posible para que la feria de Ordizia no se pare, tal y como lo han hecho en otras localidades. Con la situación que estamos viviendo me parece que es de alegrarse que se siga apostando por esto".

La semana pasada la feria se celebró en la Plaza Mayor, pero al ser una zona en la que hay comercios, se juntaba mucha gente. En cambio, en el frontón las medidas han sido más estrictas y, de hecho, las personas mayores a 70 años no pudieron entrar en el frontón para comprarlo y una voluntaria les hizo los recados.