Ni Miraconcha, ni Aiete, ni el Centro. El metro cuadrado más caro de Donostia está en Gross, en su fábrica de cerveza de Ibaeta, concretamente. Así lo ha subrayado Andoni Galdos, gerente de la marca: “Donostia es una de las ciudades más caras, donde los precios siguen subiendo y parece que no tienen tope. Cuando preparamos esta iniciativa nos dimos cuenta de que en términos de cálculos matemáticos, el milímetro cuadrado que se adquiera saldría, en proporción, más caro que cualquier piso. Hemos querido jugar con esto”. De hecho, el metro cuadrado de esta iniciativa costaría un millón de euros, concretamente.

Como fábrica de cerveza donostiarra que es, Gross ha querido plantear una iniciativa “pegada a nuestra ciudad, a lo que está ocurriendo en la calle, pero desde una perspectiva inconformista, irreverente y abierta al mundo desde la profesionalidad”, apunta.

Pero, ¿de dónde surge la idea? La singular iniciativa se ha basado en una historia de éxito inspiradora: “Hace algunos años, un joven empresario estadounidense tuvo una idea audaz: vender píxeles en su sitio web por un dólar cada uno, hasta llegar a un millón de dólares. Muchos se burlaron de él, pero la página se hizo muy famosa y todos querían tener un pedacito. Él se forró y es lo que nos ha inspirado”, explica Imanol Costas, diseñador y creativo de Gross.

Ahora, esta cervecera quiere repetir la experiencia y recrear dicho éxito con un pionero planteamiento en su sector: en lugar de vender píxeles, venderá milímetros cuadrados en la etiqueta de una de sus cervezas. “Por solo un euro, puedes comprar un pedacito de la etiqueta de nuestra cerveza. Nuestra meta es vender 20.000 milímetros cuadrados y reunir 20.000 euros”, apunta Galdos, ya que ambos no ocultan su finalidad: “Destinaremos el dinero recaudado a financiar una gran fiesta por nuestro décimo aniversario. Será un evento muy potente donde centenares de personas podrán disfrutar de la cerveza, la bebida y el ambiente, todo a nuestro estilo irreverente. Habrá sorpresas y novedades con las que la gente alucinará”, apunta el gerente.

Por tanto, cualquiera que desee colaborar, simplemente hacer publicidad, lanzar un beef a la marca o a cualquier otra persona, podrá adquirir un trocito: “Creemos que es una oportunidad única y original para que una empresa o un producto sean vistos por miles de personas. Imagina: cada vez que alguien toma una de nuestras cervezas, verá su marca, su producto, su servicio, tu nombre”, señala Costas.

Selecciona tu espacio

Para todo ello, desde la fábrica se ha conformado una web (www.20k.gross.beer) con la lata en 3D en euskera y castellano y especialmente preparada para la compra de espacio en la etiqueta: “Ya hay un buen número vendido y cuanto antes se coja el trozo deseado, antes se podrá elegir el lugar y las dimensiones, ya que cuantas más partes estén vendidas, menos espacio quedará a tu gusto”, dice Galdos.

Por si esto fuera poco, no existen límites a la creatividad. “Puedes diseñar tu propio anuncio o dejar que lo elaboremos en Gross. Además, se podrá redireccionar a una web donde promocionar tu página, producto o perfil social”, explica el diseñador. La web estará operativa por un mínimo de dos años. Asimismo, el plazo para inscribirse en esta iniciativa finalizará el 31 de agosto de 2023, concretamente.

5.000 latas a Europa

Tras el cierre del plazo se imprimirán las etiquetas de la cerveza que viajará por todo el continente: Finlandia, Alemania, Dinamarca, Suiza, Austria, Bélgica, Italia, Hungría, Francia, Irlanda, Portugal… “La cerveza se llamará 20K IPA y la distribuiremos a todos los países, tanto a tiendas especializadas como a bares, restaurantes y mercados de toda Europa”, indica el gerente.

Preguntados por lo que sucedería si no se vendieran todos los espacios, la respuesta ha sido clara: “La etiqueta se imprimirá tal cual lo ha decidido la gente. En Gross siempre hemos apostado por proyectos e ideas arriesgadas, por lo que no tenemos miedo a que quede una chapuza: el dinero recaudado nos quitará las penas”.