La pradera de Cristina Enea, donde se encuentra la estela en recuerdo de la ecologista Gladys del Estal, fue escenario el pasado sábado de un homenaje a la joven fallecida hace 43 años en Tudela por el disparo de un guardia civil, cuando tomaba parte en una protesta antinuclear.

Decenas de personas se dieron cita junto al monolito, para recordar a la joven ecologista, en un acto organizado conjuntamente por los colectivos Eguzki y Gladys Gogoan.

Muchos de los asistentes acudieron al lugar en bicicleta, en un recorrido que partió a las 11.30 horas del Boulevard. Amigos de la cuadrilla de Gladys participaron en el acto, en el que recordaron a la joven “tan activa, poseedora de un humor tan especial, y cuya su muerte quedó impune”, según señalaron. Asimismo, lamentaron que “el reconocimiento oficial sigue sin llegar” y añadieron que “cuando llegue, si llega, será bien recibido, pero que a Gladys no le va a faltar nunca el reconocimiento popular”.

En el acto, hubo un espacio para una lectura ecologista, aurresku de honor y ofrenda floral junto al monolito en forma de estela, en el que los asistentes depositaron claveles rojos.

Además, coincidiendo on el aniversario tuvo lugar otro homenaje en la localidad navarra de Tudela y la pasada semana se presentó un libro sobre su figura en Donostia.

Al hilo del recuerdo de la joven ecologista, el colectivo Eguzki criticó que “la energía nuclear es ahora oficialmente “green”” y añadió que “cada vez más claro que aquí las que mandan son empresas como Repsol o Iberdrola. Se están forrando con la actual situación, pero, por lo visto, no es suficiente”.