El reparto de los 385 amarres disponibles en el puerto de Donostia, que fue recurrido por algunos de los casi mil aspirantes a obtener una de las plazas, ha sido anulado tras la orden emitida por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia. Las adjudicaciones de amarres publicadas han sido anuladas y ahora comienza un nuevo plazo de tres meses para repartir los espacios entre los aspirantes, según los criterios previstos cuando comenzó el proceso el pasado mes de marzo.

Recientemente, Euskadiko Kirol Portuak (EKP) suspendió el proceso de adjudicación de los amarres con el fin de "corregir errores" detectados tras la adjudicación de las plazas, que fueron hechas públicas el pasado 23 de septiembre. El listado de adjudicatarios levantó las protestas de numerosos aspirantes, que aseguraron que el reparto de plazas no obedecía a la reglas impuestas por EKP cuando comenzó el proceso para el asignar las plazas en concesión para un periodo de quince años.

Tras analizar la reclamación recibida, la consejera aceptó el recurso de alzada interpuesto por el reparto de plazas, anuló la resolución por la que se adjudicaban los amarres y mandó informar a todos los interesados. Asimismo, EKP amplió en tres meses el plazo para volver a resolver la adjudicación de los condiciados amarres.

Tapia recuerda que EKP es responsable de la gestión del espacio público de los puertos vascos y le solicita "que anule la asignación de plazas de amarre en el puerto de Donostia por no cumplir lo establecido en las bases de esta convocatoria y su repetición".

En concreto, la resolución emitida explica que los motivos de la anulación de la convocatoria son, tal y como señalaban los recurrentes, de distinto tipo. Por una parte, existe un número de solicitudes que "no se han visto reflejadas en el listado de exclusiones, ni en el de adjudicaciones, ni han pasado a formar parte de las listas de espera de sus correspondientes categorías", lo que supone una irregularidad.

Asimismo, añade que "se han definido erróneamente determinadas plazas de amarre, que afectan a todas las categorías" de embarcaciones de recreo y "se han categorizado mal algunas solicitudes, que afectan a todas las categorías". Estos "errores generalizados" hacen necesario revistar todo el proceso, explica la resolución firmada por la directora de EKP, Edurne Egaña.

El proceso para asignar los amarres del puerto de Donostia, repartidos en dos dársenas, se abrió en primavera con el fin de de poner en orden una situación que había sido criticada por el Ararteko, ya que la lista de espera no avanzaba y muchos puestos de amarre no cambiaban de manos a pesar de la retirada de algunas embaraciones.

El criterio de reparto, según explicó EKP, era aprovechar al máximo la lámina de agua, para lo que se fijaban las dimensiones de cada amarre con el fin de elegir para cada uno el barco que más espacio llenase. En caso de igualdad se llevaría a cabo un sorteo.

La dirección de Puertos explicó entonces que el objetivo era reasignar las plazas sin que los actuales titulares de plazas tuviesen preferencia y se abriese así el uso del puerto a otros interesados, que no hallaban forma de aspirar a amarrar en Donostia.

Sin embargo, tras conocerse los listados de adjudicatarios, un grupo de aspirantes rechazados criticó que "más del 90%" de las plazas asignadas en los amarres fijos eran "para los que ya tenían o eran titulares de una plaza en el puerto". Además, detectaron distintos errores técnicos, que llevaron a suspender el proceso primero para corregirlos y ahora, para repetir la adjudicación.