- Una parte del paseo de Herrera, la comprendida entre los números 49 y 71, en la zona conocida como Pikabea, junto al parque de Harria, será reformada totalmente con el fin de ganar espacio para el peatón junto a las viviendas a costa de perderlo en el lado en el que no hay casas y sí una hilera de aparcamientos.

Así lo explicó el concejal de Mantenimiento Urbano, Miguel Ángel Díez Bustos, que recordó que la obra servirá no solo para ampliar una acera y reducir otra sino, también para mejorar las infraestructuras subterráneas. Aunque la actuación está prevista desde hace tiempo, el proyecto se ha modificado para no invadir la zona de titularidad privada, como estaba previsto en un primer momento.

El plan para llevar a cabo esta actuación fue aprobado por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia el pasado miércoles y su coste asciende a 341.700 euros. Una vez que salga a concurso la ejecución de la obra y sea elegida la empresa, la actuación durará en torno a cuatro meses.

Básicamente, la reforma consistirá en crear una acera de dos metros de ancho en la zona más próxima a los edificios; otra zona para la circulación de los vehículos en ambas direcciones, con dos carriles de 2,75 metros de anchura; y un tercer espacio para aparcamiento de vehículos en batería, de cinco metros de profundidad. Entre la futura acera y el seto existente se construirá un pequeño zócalo de sujeción, así como una barandilla y puntos de luz, especialmente cerca de los pasos de peatones.

Para lograr la anchura necesaria para contar con los tres espacios previstos en el proyecto será necesario echar hacia atrás el muro de contención del parque de Harria, que quedará como tope para los vehículos que aparquen en batería. Tendrá una altura de 1,30 metros sobre el nivel del pavimento para que sea fácilmente visible por los conductores en la maniobra de aparcamiento, según explica la memoria del proyecto.

Además, se contempla crear una pendiente del 2% en la calzada hacia el bordillo de la acera para permitir un adecuado drenaje del vial. También se añade una nueva red de recogida de aguas pluviales, actualmente inexistente, lo que provoca que las aguas de lluvia acaben en los jardines próximos a las viviendas.