DONOSTIAl Añorga KKE está de celebración. El club cultural y deportivo ha puesto en marcha la cuenta atrás hacia su centenario, que tendrá lugar el 28 de agosto de 2022, con una serie de actividades semanales que mantendrán viva la llama de una fecha significativa y especial tanto para el propio club como para todo el barrio. Porque en este caso ambos van unidos, aglutinando el Añorga KKE los intereses y las aficiones de los vecinos y forjando un sentimiento de barrio muy arraigado que perdura en el tiempo.

Los orígenes del club hay que situarlos en la empresa Cementos Rezola, tal y como explican el actual presidente del Añorga KKE, Haritz Illarramendi, y la consejera Ainhoa Bakero -exjugadora del equipo femenino- a este periódico. "Se juntaron trabajadores de la fábrica y oficializaron un club para que la gente pudiera apuntarse. Empezó con carreras de atletismo, también ciclismo, pelota... luego enseguida empezaron con actividades culturales y pasó a ser Añorga Kultur eta Kirol Elkartea". Comenzó como "un movimiento de barrio, un sitio donde la gente pudiera hacer lo que le gustaba en compañía y con gente del barrio". Sentimiento que se conserva hoy en día.

"Las empresas antes tenían otro estilo de dirección, se podría decir que eran más paternalistas. Rezola puso a sus trabajadores las casas, un cine, un local social... había hasta una moneda propia y con esa moneda se pagaba en el economato. Hizo también el campo de fútbol, el frontón y el bolatoki, pero desde el principio dejó la gestión y la organización en manos del club", una manera de funcionar que sigue vigente hoy en día, tal y como cuentan Haritz y Ainhoa.

"Añorga -que tiene 1.732 habitantes según el último censo- es un barrio, pero tiene identidad propia, casi como la de un pueblo", comenta el presidente. "Aquí siempre hemos sido como una piña. Funcionamos como un pueblo, la gente hace vida aquí", añade Ainhoa. Y el Añorga KKE tiene mucho que ver en este sentimiento de pertenencia: "La gente se identifica con el club. Vienes aquí -dice refiriéndose al bar, donde tiene lugar la charla con este periódico- y siempre te encuentras con alguien y hay ambiente y movimiento".

El fútbol femenino es la gran punta de lanza del club, al menos de puertas hacia fuera. No en vano, el club añorgatarra fue uno de los más laureados del fútbol estatal en los años 80 y 90. Una época dorada que vivió la propia Ainhoa Bakero. "Las gradas del campo ya se llenaban de antes, pero es verdad que el fútbol femenino empezó a ser reconocido con nosotras y ahí el Añorga sigue siendo importante. Todo el mundo, salvo los más jóvenes, recuerda aquellos años".

La progresiva profesionalización del fútbol femenino hace imposible que el Añorga KKE siga ahora en la máxima categoría. "Los éxitos de ahora, como el título de Copa de la Real, ya los conseguimos en su día, pero ahora los partidos se televisan y se le da más bombo", comenta Haritz. "Si miras el palmarés del fútbol femenino, aunque hace años que conseguimos nuestros títulos, seguimos estando arriba. Eso quiere decir que muchos equipos han desaparecido, pero el Añorga se sigue manteniendo y continúa estando a un nivel alto", dice, por su parte, Ainhoa.

En cualquier caso, en el club tienen muy claro que el objetivo no es "que un equipo destaque". "Si es así, perfecto y contentos, pero nuestro objetivo es que la gente tenga aquí, en el club, un lugar donde participar. Lo que queremos es generar movimiento y que la gente tenga actividades culturales y un lugar para hacer deporte en grupo", aclaran. En definitiva, "socializar".

El fútbol, como suele ser habitual, aglutina buena parte de la actividad. "Ahí tenemos apuntados por lo menos 500 chavales. Tenemos 250 en la escuela, a lo que hay que añadir 17 equipos de chicos y chicas". Además del fútbol, el Añorga cuenta en estos momentos con secciones de baloncesto, pelota, triatlón, montaña, danza, comparsa de gigantes y cabezudos y versos, además de organizar diversas actividades culturales. Se podría decir que las secciones surgen a demanda.

"Ha habido actividades que han funcionado durante años y luego han desaparecido porque no había demanda en el barrio, por ejemplo los bolos, que dejaron de tener éxito. Hace años desapareció el ajedrez y en su día hubo halterofilia, que había mucha afición. Hace unos años se creó el triatlón y ahora hay un equipo que son un montón y tienen un ambientazo entre ellos. Los tiempos van cambiando", resume el presidente: "Ofrecemos a esa gente con esa afición un lugar donde practicar ese deporte, que puedan ser un club, porque así igual puedes acceder a ayudas. Ellos mismos, los que les gusta ese deporte, lo fomentan y empujan desde aquí". En total, el Añorga KKE tiene "alrededor de 400 socios, que pagan una cuota simbólica", y alrededor de 800 participantes en las diversas secciones comentadas. A ellos se añaden las 15 integrantes de la junta directiva.

Se presenta, por tanto, un año "especial" para la gente del Añorga KKE, que ha decidido organizar actividades cada semana para conmemorar una fecha tan especial. Por ejemplo, este fin de semana ha programado una salida montañera y el pasado el grupo de triatlón quedó para dar la vuelta nadando a la isla Santa Clara. Así, hasta el citado 28 de agosto del año que viene. "Mes a mes iremos comentando las actividades que vamos a organizar. Hacia el final haremos lo más gordo, no sabemos aún el qué, pero seguro que haremos una comida popular o algo grande. Todavía no vamos a concretar, porque no sabemos cómo estará todo dentro de unos meses". Eso sí, tienen claro que quieren "hacer sidra": "Todo el proceso hasta la próxima primavera. A ver qué tal sale", comentan.

Además, han sacado ropa conmemorativa del centenario y han creado un nuevo logo redondo y con unas rayas que se entrecruzan. "Quiere simbolizar la unión, el tejido del club, la red que generamos. Tiene forma redonda, como un balón, y aparte esa red también simboliza las alpargatas de baile, que se atan cruzadas", explica Haritz.

En el club también quieren aprovechar el centenario para mejorar unas instalaciones que, inevitablemente, "se van deteriorando poco a poco". "Utilizamos unas instalaciones privadas, pero que son de uso público. Nos gustaría dar un empujón a este tema con motivo del centenario. El campo de fútbol es lo que más movimiento genera y está en mal estado, nos gustaría conseguir las ayudas necesarias para renovarlo", indican. Pero el hecho de que sea propiedad de Cementos Rezola complica la solución. "El Ayuntamiento dice que eso es privado y la empresa bastante tiene con lo suyo", admite Haritz, que cuenta que el club tiene ya "un proyecto de reforma hecho", aunque aún sin "concretarlo": "Hemos hablado con el Ayuntamiento, con la Real... les gusta el proyecto y mostraron interés, a ver si conseguimos llegar a algo concreto estos meses. Si no, al final esto se va a caer".

Más allá de la preocupación en esta cuestión puntual, tanto Ainhoa como Haritz coinciden en que es un año "de ilusión" para el Añorga KKE, "de hacer actividades" con los vecinos y reforzar incluso más la convivencia: "Esto funciona por la participación desinteresada de la gente. Por ejemplo, dices que el próximo sábado hay que arreglar y pintar las escaleras, y te vendrán diez o quince personas a currar", dice Haritz. "Esto en otros barrios yo diría que no se ve. Es importante para que las actividades salgan adelante y es la razón de ser del club", añade Ainhoa.

"Nos gustaría renovar las instalaciones aprovechando el centenario"

Consejera del Añorga KKE

"El objetivo es que la gente tenga en el club un lugar donde socializar y hacer deporte"

Presidente del Añorga KKE