-Delicados y a la vez potentes. Así son los productos que elabora con un material tan noble como la seda natural Martina Menke. Esta mujer alemana con taller en Egia trabaja con esmero en procesos tan minuciosos que no puede pararlos "ni para abrir la puerta".

¿Mejores ventas que en 2020?

-Yo es que he estado año y medio si poder ir a ferias. Llevo un producto que es muy sensible al alcohol y los geles me estropean el género. Además, algunas medidas sanitarias también me lo impedían. Tengo un producto de seda natural pintado a mano y no podía aplicar la técnicas de limpieza que se fijaron para después de probarse una pieza. La opción era tenerlas tres días en cuarentena y eso era inviable. En año y medio no he podido vender.

Pues vendrá con ganas.

-Sí, y también de recuperar cierta normalidad. Para mí esta es una prueba para ver qué tal funciona. Me ha hecho mucha ilusión que mis clientes me hayan echado mucho de menos, pero todavía a mí me falta que vuelvan las bodas y bautizos, porque yo tengo mucho producto para fiesta. Todavía me falta un poco más de normalidad.

¿La gente que se acerca estos días son sus clientes de siempre?

-Pues mitad y mitad. La gente que me conoce sí que viene. Pero lo que yo estoy viendo es mucho turista nacional, de Barcelona y de Madrid.

  • Lea más: el mercado de artesanía recupera ventas

¿Qué es lo que ha traído a su puesto?-Yo hago prendas como blusas o ponchos pero multifuncionales. Hago piezas de seda japonesa pintadas a mano o de seda japonesa original. Como es un material caro intento darle muchos usos. Cada prenda que yo hago tiene distintas formas de ponerse, cambia cada vez que se pone. Va cambiando de color y puede cambiar de forma. Yo les explico cómo las pueden transformar.

Entiendo que este es un proceso complejo incompatible con algunos protocolos.

-Claro, no tenía sentido que me pusiera a vender este producto cuando no se podía probar y modificar. Estoy deseando que lleguemos a una situación de un poco más de normalidad también para que la gente se pueda quitar la mascarilla y ver cómo le queda.

¿Y cómo trabaja usted la seda?

-Pues principalmente con una técnica japonesa que se llama shibori, que es una técnica de teñidos que se hace bien con ataduras como con planchas o prensas. Hay también otras formas de hacerlo, como usando costuras. Así se logran distintos motivos con colores diversos. También utilizo otras técnicas de pintura con tornos o con espesantes, pero estas cosas las hago por encargo.

¿Dónde trabaja?

-En un taller de Egia que no está abierto al público, donde puedo estar tranquila y sin que me interrumpan. Hay procesos en los que no puedo ni abrir la puerta para atender a nadie.