- Las actuaciones inconscientes pueden tener consecuencias varias y, en Donostia, si estas obligan a intervenir al cuerpo de bomberos podrán llegar a acarrear un coste económico importante.

El Ayuntamiento donostiarra ha activado la maquinaria para poner en marcha una ordenanza fiscal que regule las tasas por los servicios de búsqueda, rescate y salvamento del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento (bomberos) cuando se tengan que efectuar como consecuencia de actitudes negligentes.

Desde el Consistorio donostiarra se realiza una puntualización: "Esta tasa no la tendrá que abonar a quien se rescate y atienda por un accidente cuando está llevando a cabo una actividad normal, no imprudente". El abono de la tasa será obligado en el caso de que se proceda de forma imprudente.

Fuentes municipales lo ilustran con un ejemplo. Hace cuatro años dos turistas ebrios que se habían quedado dormidos en las rocas del paseo de Salamanca tuvieron que ser rescatados, lo que obligó a desplegar todo un operativo con un coste importante para la ciudad.

"Esta ordenanza tiene un doble objetivo: disuasorio y preventivo", abundaron las mismas fuentes. "Queremos que hacer el idiota y obligar por ello a poner en marcha un operativo de rescate no les salga gratis", añadieron.

La ordenanza se aplicará en 2022, aunque todavía no se puede precisar la fecha exacta. "Quizá andamos un poco tarde para que se lleve a aprobación junto con el resto de ordenanzas fiscales en septiembre, pero si no es así se seguirá con su tramitación y se aplicará algo más tarde, pero en 2022".

De momento, la propuesta de ordenanza puede consultarse en la web municipal, donde se ha activado la consulta pública para recoger las aportaciones ciudadanas para, si fuera el caso, incorporarlas a la ordenanza y llevarla a pleno para su aprobación.

Esta norma municipal tiene afección sobre las "intervenciones de búsqueda, rescate y salvamento en las que por las circunstancias en las que se producen están asociadas a la realización de actividades de riesgo en zonas señalizadas y/o haciendo caso omiso a precauciones o avisos emitidos", y que suponen un coste para la administración municipal "en medios materiales y humanos y con un riesgo innecesario para los personas de los servicios intervinientes".

"No va a tener que pagar esta tasa quien, por ejemplo, paseando por un camino con su perro se rompe una pierna, pero sí a quien se le ocurre subirse a hacer la gracia a un árbol de cuatro metros y se cae", insisten desde el Ayuntamiento.

Y es que no es inusual que los bomberos de Donostia tengan que poner en marcha todo un operativo de rescate para atender a personas que en episodios de temporal acuden a lugares con riesgo o se deciden a practicar deportes acuáticos con avisos de fuerte marejada. "No queremos que estas personas imprudentes se vayan de rositas", insisten.

Según se señala en el texto de la nueva ordenanza, que contempla distintos escenarios en los que se debería pagar la tasa, esta se girará "cuando se determine en el informe de la intervención que el servicio se ha debido a los supuestos indicados".

Entre estos se hallan las salidas por actuaciones negligentes realizadas desatendiendo las señales de advertencia, peligro o prohibición; las que responden a conductas imprudentes o temerarias en emplazamientos de riesgo o de difícil acceso; o cuando es el propio sujeto quien avisa al operativo y después se demuestra "que no concurrían las circunstancias objetivas alegadas que justificaran la movilización, así como en los casos de simulación de riesgo a peligro".

El objetivo final de esta ordenanza es, fundamentalmente, "reducir las actividades de riesgo" que se recogen en el texto y "ahondar en la cultura preventiva necesaria para la realización de prácticas deportivas y /o de ocio que puedan entrañar riesgo".

"No persigue un fin recaudatorio, sino que apela a la responsabilidad de los usuarios que deben de realizar ciertas actividades con las mayores garantías de seguridad posible", se indica.

A la hora de fijar el precio de las tasas se han estudiado las intervenciones de búsqueda, rescate y salvamento de los últimos cinco años, valorando la duración de cada salida, los vehículos desplazados y el personal implicado.

Las tarifas de las intervenciones propuestas son las siguientes: 121 euros la salida de un vehículo de altura, 28 por un vehículo de mando, 672 euros por un vehículo de rescate acuático con material específico, 182 euros por un vehículo de rescate de montaña con material específico para este fin, 561 euros para un conjunto de vehículo remolque y moto acuática y 68 euros en el caso de un vehículo de transporte de personas.

Pero también se han fijado las tarifas por desplazamiento de los recursos humanos necesarios en el rescate con un coste de 73 euros por hora de trabajo de un sargento, 57 euros en el caso de un cabo y 52 euros/hora por cada bombero que intervenga en el operativo.

El precio a pagar por intervenciones de rescate acuático