Donostia - La tregua en las multas por sobrepasar la velocidad en los viales modificados hace un mes no finalizará hoy, como estaba previsto en un principio, sino que se alargará "dos o tres semanas", hasta que estén colocadas todas las señales de Zona 30, o las que correspondan, en las distintas vías urbanas que han modificado su velocidad máxima desde el 11 de mayo.

Así lo señaló ayer la concejala de Movilidad, Pilar Arana, que explicó a este diario que aún quedan muchas señales con las nuevas velocidades autorizadas por colocar y que los esfuerzos del área de Movilidad están centrados ahora en analizar el funcionamiento del transporte público que, en sus trayectos más largos, está resultando afectado por la reducción de velocidad en algunos puntos.

A pesar de ello, las calles que no han sufrido cambios sí serán escenario de controles y de multas, como es habitual, y los radares seguirán funcionando.

De cualquier modo, tras un mes de funcionamiento de las nuevas velocidades impuestas por el decreto de la DGT, el Ayuntamiento de Donostia ha decidido modificar algunos de los topes implantados en algunos tramos de calles de la zona este, por los que circulan líneas de Dbus de largo recorrido, con el fin de evitar que pierdan velocidad comercial. Así lo sugirió la concejala de Movilidad hace un mes, cuando se implantaron los cambios y se ha confirmado ahora.

Esta decisión no afecta solo a los viales en los que se redujo el máximo permitido hace un mes, sino también a los que tenían velocidades bajas con anterioridad, aunque a veces no se respetaran.

Por ejemplo, en el paseo de Casares, en Altza, donde los 30 kilómetros por hora eran el máximo señalado hace tiempo, se incumplían los límites. Tras la entrada en vigor de los cambios en toda la ciudad, hace un mes, sí se ha notado un cambio de tendencia y ahora los vehículos van más despacio, incluidos los autobuses de Dbus, lo que hace que las frecuencias fijadas no se puedan cumplir, explica Arana. Así pues, en el paseo de Casares, se permitirá circular a 40 kilómetros por hora, excepto en las curvas, donde se mantendrá el máximo de 30.

El paseo de Herrera, entre la estación del Topo y la estación de Renfe, también se aumenta a 40 kilómetros hora el máximo permitido, al igual que en el paseo de Txingurri y en su conexión con Peruene.

Tampoco reducirán su velocidad, como se anunció hace un mes, el paseo de Mons y Fernando Sasiain, junto a Cocheras, en Intxaurrondo, que permanecerán como hasta ahora a 50.

El paseo de Sibilia, también en Intxaurrondo, se mantendrá igualmente a 50 kilómetros por hora, aunque se prevé que, más adelante, con la puesta en marcha de aparcamientos, se reduzca a 40 kilómetros por hora.

La travesía de Garbera, fijada ahora a 40 km/h, pasará a 50 km/h.

Por otra parte, los entornos de los colegios La Asunción, en José Elosegi, y Jesuitas, en la curva de Ategorrieta con la avenida de Navarra, seguirá prohibido circular a más de 30 km/h aunque solo durante los periodos lectivos. De hecho, está previsto retirar estas señales en cuanto finalice el curso. Junto a La Asunción se permitirá ir a 50 y junto a Jesuitas, a 40.

El departamento de Movilidad prevé instalar una solución tecnológica que permita variar la velocidad según sea día lectivo o fin de semana, pero hasta que lleguen estas señales, simplemente se retirarán las colocadas.

A pesar de estos cambios, el Ayuntamiento también deberá tomar otras decisiones para mantener la velocidad de las líneas de Dbus, según señaló Arana. Por ejemplo, algunas de las líneas más largas tendrán que introducir un vehículo más en la línea y también se contempla eliminar algunas paradas, lo que hará ganar minutos.

El Ayuntamiento calcula que la totalidad de nuevas señales de máxima velocidad estarán colocadas en "dos o tres semanas"

Dbus no prevé cambiar las frecuencias aunque sí añadir un autobús más en alguna línea, así como suprimir alguna parada