a situación de pandemia, que obligó a prescindir de los espacios feriales para niños y adultos el pasado año y lo hará de nuevo este, ha atacado también especialmente a los profesionales de la venta de comida callejera, que han visto reducir drásticamente su clientela. Este verano, y con el fin de favorecer su actividad y ayudar a la remontada tras la pandemia, el Ayuntamiento de Donostia ha optado por ampliar el periodo de venta de los tradicionales puestos de churros, talos, rosquillas y garrapiñadas, que podrán trabajar durante dos meses y medio seguidos, así como el de venta de globos, que estarán disponibles algo más de un mes. Mientras algunos puestos callejeros obtenían tradicionalmente permiso para instalarse solo durante tres semanas en torno a la Semana Grande, este año podrán funcionar del 1 de julio al 15 de septiembre.

Donostiako Festak, encargada de dar estos permisos en la vía pública relacionados con las fiestas, sabe que este año no habrá una Semana Grande tradicional, aunque sí algunas actividades, como en 2020 o algo más, pero sin ferias. Por ello, ha optado por sacar una convocatoria pública conjunta para estos puestos. Los interesados pueden presentar sus solicitudes para instalaciones de comida hasta el 18 de junio, y para los puestos de globos, hasta el 16 de julio. Después, será un sorteo el que determine qué comerciantes obtienen el permiso para instalar uno de los 13 puestos de comidas y seis de globos que se autorizarán este verano.

Así lo explica Donostiako Festak, que destaca que la medida de alargar el tiempo de trabajo de estos comerciantes ambulantes tiene la "doble finalidad de mejorar su autofinanciación" y "facilitar la recuperación de su actividad laboral".

Las seis churrerías que se podrán instalar desde el 1 de julio se situarán en las plazas Easo, Catalunya y José María Sert, así como en el paseo de Francia, la esquina de Nemesio Etxaniz con la avenida de Barcelona, en Riberas de Loiola, y plaza del Padre Claret, en Sagüés.

En el caso de los tres puestos de talo, que también podrán estar instalados dos meses y medio, las localizaciones serán la plaza Easo, la plaza San Juan y la plaza Gipuzkoa.

Los puestos de rosquillas, garrapiñadas y pastelería de pequeño tamaño, por su parte, tendrán cuatro emplazamientos a su disposición. Habrá dos en el Boulevard, frente a la calle San Jerónimo, uno en Zurriola y otro en la Bretxa, junto a la plaza Sarriegi.

Por otra parte, se autorizarán también seis puestos de globos, que funcionarán desde el 10 de agosto hasta el 15 de septiembre. Se situarán en la plaza Clara Campoamor del paseo de La Concha y el Náutico. Habrá dos en el Boulevard, uno entre las calles Mayor y San Jerónimo y otro, entre Narrika y Aldamar. Asimismo, habrá otros dos en la Zurriola. Uno entre la heladería del Kursaal y la entrada al parking y otro, entre este punto y Sagüés.

Desde el 1 de julio habrá seis puestos de churros para todo el verano, tres de talos y cuatro de repostería de pequeño tamaño