El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha considerado este martes que no sería "lógico ni coherente" permitir la disputa de partidos de fútbol con público y que este deporte fuera "eximido" de las restricciones sanitarias impuestas con carácter general para evitar la propagación de la covid-19.

Goia ha rechazado así la posibilidad de que los encuentros de fútbol de la Liga pudieran disputarse con cierto aforo en los estadios ocupado por aficionados, preguntado al respecto durante la rueda de prensa que ha ofrecido este martes en el Ayuntamiento tras la reunión semanal del Gobierno municipal.

"No entiendo que el fútbol fuera eximido del régimen general de limitaciones en el que desgraciadamente vivimos" -ha opinado-, no sería "lógico ni coherente" con "las normas que todos tenemos que cumplir, nos gusten o no".

Ha agregado que, puesto que la asistencia a eventos está restringida a un máximo de 600 personas en espacios exteriores, "no entendería" que se celebraran "espectáculos deportivos" con varios miles de aficionados.

"El mero hecho de que sea fútbol no disculpa que no se cumplan las mismas condiciones establecidas para el resto", ha zanjado.

En cuanto a la alta tasa de incidencia del coronavirus en Donostia, que presenta una tasa de incidencia acumulada de 631,06 casos, la más alta de las capitales de la CAV, el alcalde ha indicado que el "comportamiento" de la pandemia en el conjunto de Gipuzkoa "hacía intuir" que su capital tuviera "la progresión notable" que ha registrado, "sobre todo, en los últimos diez días". Esa ha sido "la pauta" que ha seguido Donostia en anteriores repuntes de los contagios, ha comentado Goia, quien ha considerado "lógica" dicha vinculación debido a que "la interacción entre la capital y el territorio es muy alta" y la expansión de la pandemia, "desgraciadamente, se va uniformizando".

El primer edil donostiarra ha dicho no obstante que confía en que la tasa de incidencia "esté llegando ya al punto álgido, se estabilice y mejore", principalmente, por la repercusión que tiene sobre el sistema sanitario, ya que la ocupación hospitalaria "es muy alta y no hay mucho margen".