n el mirador de Igeldo hay menos turistas de los habituales, la cola para montar en la montaña suiza es más pequeña que de costumbre y hasta es más fácil que nunca poder sentarse en primera fila del funicular. El coronavirus y las restricciones han paralizado la típica postal del parque de atracciones de Igeldo, que se prepara para su Semana Santa más extraña sin visitantes de fuera de Euskadi. Una oportunidad para los donostiarras y guipuzcoanos o para aquellos "que lo último que van a ver es lo de aquí", y que ahora podrán disfrutar sin miedo a dar con aglomeraciones o atracciones a reventar.

Como todos los años por estas fechas, el parque de atracciones de Igeldo abre los fines de semana y festivos. Tras el mes de enero, que se suele dedicar al mantenimiento, el espacio reabre con la mirada puesta en el público más cercano. Una visión que, como consecuencia de las restricciones de movilidad, se centra todavía más si cabe en los donostiarras. "En realidad, el coronavirus no nos ha cambiado la agenda, pero sí que se nota en la afluencia. Si las restricciones ya se aprecian, como encima haga mal tiempo hay muy poco movimiento", explica a este periódico Pilar Pascual, directora del parque.

Igeldo acoge mayoritariamente dos tipos de público: el familiar y "el turista de vistas". Este último ni está ni se le espera para Semana Santa, por lo que es el gran momento para los visitantes de Euskadi. "Es la oportunidad para toda esa gente que lo último que van a ver es lo de aquí", apunta Pascual, al tiempo que reconoce que no se va a llevar a cabo ninguna promoción especial para atraer a este público "porque ya conoce" el espacio: "Ya estamos notando el interés en la web, donde las visitas se han incrementado".

Muy pocas ciudades del tamaño de Donostia pueden decir que cuentan con un parque de atracciones y esa ha de ser la principal baza para atraer a los visitantes. "Siempre decimos que no podemos meter un Dragon Khan donde está la montaña suiza. Tenemos la suerte inmensa de contar con un parque pequeño en una ciudad pequeña y eso, inevitablemente, nos lleva a una propuesta más familiar", indica.

No obstante, eso no quiere decir que se renuncie a otros grupos. Desde hace un tiempo, el objetivo está puesto en captar al público adolescente, para el que un parque de atracciones como el de Igeldo, a priori, no es llamativo. "Lo más fácil es colocar atracciones supersónicas que los atraigan, pero sería perder nuestra esencia", explica Pascual.

El parque de tirolinas inaugurado el pasado 1 de julio -tras tener que ser retrasado por el covid- es buena prueba de ello. Con él, afirman, el abanico de posibilidades de ocio crece, confiando que así se note un mayor incremento de jóvenes en las próximas semanas.

Críticas por no modernizarse

"Cuesta dar con artesanos"

Bajo la misma línea de respetar su naturaleza original, desde hace cinco años se realizan diferentes trabajos a lo largo del parque. Estos comenzaron con la renovación de las casetas y prosiguen "poco a poco" por todo el espacio, tal y como se llevó a cabo el pasado curso con la mejora de la cartelería o con la nueva capa de pintura que se está aplicando en la barandilla típica del complejo.

Dado que desde 2014 el parque es un conjunto monumental protegido, todos lo cambios se deben siempre realizar conservando su espíritu centenario. Algo cada vez más difícil, ya que, tal y como apunta Pascual, cada vez "cuesta mucho más dar con artesanos que se dediquen a ello" y puedan trabajar los materiales de las atracciones.

No obstante, gracias a este mimo y cuidado, los propietarios del complejo han conseguido que la imagen de Igeldo prácticamente no se haya alterado desde 1912, lo que, en determinados momentos, llegó a convertirse en una crítica. "Se nos decía que no nos modernizábamos hasta que, con el tiempo, se le ha dado la vuelta y parece que eso es precisamente lo que nos hace atractivos", explica la directora.

Un atractivo que mucha gente de Euskadi todavía desconoce y que, como consecuencia del cierre perimetral, esperan que esta Semana Santa lo hagan.

"Tenemos la suerte inmensa de contar con un parque pequeño en una ciudad pequeña"

Dir. del parque de atracciones de Igeldo

"El covid no nos ha cambiado la agenda, pero sí que se nota la afluencia por las restricciones"