na exposición de imágenes de los dioses Momo de los últimos años del Carnaval donostiarra puede contemplarse desde ayer y hasta el 28 de este mes en el parque Harria de Altza, el barrio donostiarra que mayor cantidad de comparseros aporta tradicionalmente a esta fiesta, suspendida este año por la pandemia.

Si no hubiera sido así, el próximo domingo se hubiera celebrado en las calles altzatarras el Domingo de Piñata, una repetición del Carnaval que recorre el centro de la ciudad y que se vive más en familia, una semana después del que sale del Boulevard.

Este año, la fiesta de Piñata cumple 40 años ya que comenzó dos años después de la recuperación del Carnaval en Donostia, en 1979. Otros barrios también hicieron intentos para vivir con intensidad propia la fiesta pero solo cuajó en Altza, el más populoso.

Donostiako Festak ha querido recordar a los numerosos participantes de Altza en el carnaval donostiarra y agradecerles su trabajo durante años con la exposición al aire libre, a cuya presentación acudieron ayer ocho donostiarras que han encarnado la figura del Dios Momo así como otros dos en representación de los ausentes.

Según los datos recopilados el pasado año, el 25% de los participantes en las comparsas del carnaval donostiarra pertenecía a las agrupaciones de Altza, un total de 547 personas, frente al total de 2.193 participantes. Si este año se hubieran celebrado los Carnavales, los colectivos del barrio Alegría de Altza, Gurea, Hau Umorea, Mystic, Santa Bárbara y Txasiss hubieran alegrado de nuevo las calles del centro donostiarra, Altza, Bidebieta y Trintxerpe, durante los sucesivos desfiles que suelen protagonizar a lo largo de dos fines de semana seguidos.

En la presentación de la exposición estuvieron presentes Montxo García, Luis Albaina, Aitziber Urkola, Rubén Rodriguez, Pedro González, José Luis Arrieta, Ismael Silva, Susana Vicente y Angel Arnedo, que encarnaron a la deidad carnavalera, junto a la concejala de Barrios, Maria Jesús Idoate.