Donostia ha estrenado un total de trece parques infantiles en los dos últimos años. En total hay en la ciudad 152 espacios de juegos para los niños y niñas y el Ayuntamiento de Donostia acaba de sacar a concurso su gestión y mantenimiento para los próximos cuatro años.

Los nuevos parques están ubicados, principalmente, en nuevos desarrollos urbanísticos. Así, este mismo año se han estrenado dos espacios lúdicos en Txomin y en los últimos meses también se han inaugurado otros dos en el entorno de Arbaizenea, entre Morlans y Aiete. En la nueva plaza de Harrobieta, en Altza, se estrenaron también columpios y balancines en 2018, al igual que en la zona de la nueva urbanización de Julimasene, en Intxaurrondo.

A esos espacios se les han sumado varios más en zonas rehabilitadas recientemente, como el creado bajo los tableros de la variante de Carlos I y el surgido bajo las vías del tren en Loiola tras las obras de EuskoTren. Entre las novedades está, también, la colocación de estructuras lúdicas en espacios que carecían de ellas, como la plaza de las Bateleras (Buenavista). En los últimos años también se han renovado algunas instalaciones que ya existían con anterioridad y que se habían quedado obsoletas, como es el caso del parque de Alderdi Eder, uno de los más frecuentados de la ciudad, que se reformó hace dos primaveras. Desde 2018 también se han transformado otros tres espacios de juegos en Benta Berri (plaza Errota-aundieta), en Etxadi y en Altza (plaza Roman Irigoien). Estos dos últimos eran dos de los parques más antiguos de la ciudad, colocados en 1996 y 1997, respectivamente.

El mantenimiento de los 152 parques que existen en la ciudad supone para el Consistorio un desembolso de 225.000 euros anuales. Ese es el presupuesto previsto, al menos, en el nuevo concurso público convocado para inspeccionarlos, aunque es probable que el precio final sea inferior dependiendo de las ofertas que se presenten. El adjudicatario se encargará de supervisar el estado de los parques durante dos años, que serán prorrogables por otros dos más.

La empresa deberá inspeccionar regularmente tanto los juegos y estructuras como los pavimentos de seguridad (al menos, una vez al mes cada uno de ellos) y deberá encargarse de las reformas que sean necesarias en cada caso de manera que se garanticen las condiciones de seguridad (en caso de no poder garantizar esa seguridad, deberá precintarlos hasta resolver los problemas). Asimismo, se hará cargo de los trabajos de limpieza de los pavimentos, que deberán hacerse al menos trimestralmente en los parques que lo necesiten (indicados por el servicio técnico municipal). Hay casos especiales, como el de Gaiztarro (en Bidebieta), o los de arena del palacio de Aiete y Ulia, donde la limpieza deberá ser mensual o quincenal (en verano).

más de 20 años Las 152 zonas de juegos infantiles que existen en la ciudad implican que hay un parque por cada 100 niños y niñas menores de diez años, aproximadamente. El ratio es bueno, aunque el reparto no es del todo homogéneo por los distintos barrios de la ciudad. Además de crear nuevos parques en nuevos desarrollos urbanísticos, el objetivo del Ayuntamiento es ir renovando los más antiguos de la ciudad: hay más de una treintena con más de 20 años de antigüedad, aunque algunos de ellos han sido parcialmente renovados desde entonces.