donostia - El director del centro de congresos Kursaal confía en que el primer encuentro que acogerá el viernes, tras tres meses de sequía, sea una chispa que reactive el espacio de reuniones. Posa para NOTICIAS DE GIPUZKOA en la sala que acogerá este primer encuentro.

El viernes de la próxima semana, el Kursaal vuelve a acoger una reunión. ¿Qué tipo de encuentro es y qué supone tras el cierre forzado desde marzo?

-Van a ser unos exámenes de inglés de Cambridge, organizados por la academia Lacunza, y va a ser lo primero que tengamos desde el 8 de marzo. Es mucho tiempo sin eventos y es un hito muy importante y muy esperanzador porque contamos con que sea el primero de muchos. Se enmarca dentro de las posibilidades limitadas que tenemos ahora mismo, mientras la situación no cambie. Técnicamente podríamos estar acogiendo eventos ahora pero tenemos unas limitaciones de aforo y de asistentes máximos que hacen que las actividades estén limitadas. El primer evento acogerá a 46 personas.

¿Será necesario guardar la distancia de dos metros en el Kursaal?

-En estos momentos sí. Es verdad que como presidente de la Asociación Española de Turismo de Congresos estamos trabajando con el Ministerio de lndustria, Comercio y Turismo, y de la mano de la asociación de centros feriales de España, que preside Xabier Basáñez, para intentar que esta desescalada desemboque en una normalidad que nos permita acoger eventos. No compartimos el criterio de tener unos números finitos, porque en la fase 3 que comenzará el lunes, el número máximo de asistentes a un evento, si no se modifica, es 80 personas, lo que es muy poquito para congresos y ferias. Estamos defendiendo, desde la responsabilidad absoluta, la seguridad y la prevención contra el contagio de la dichosa enfermedad, que podemos perfectamente guardar el distanciamiento necesario, con las medidas higiénico-sanitarias pertinentes, pero no queremos que se ponga un techo al número de personas. Podemos acoger muchas más personas sin ir en contra de las medidas de seguridad. Es la reivindicación que presentamos y la que será clave para que los primeros eventos de junio puedan ser muchos más en el otoño.

¿Va a haber más actos tras ese primer examen de inglés?

-Tenemos exámenes, varias juntas de accionistas y alguna cosa más. No son muy grandes en número pero tienen sentido y se convierten en una oportunidad porque en un centro como el nuestro tenemos mucho espacio y son actos que ahora necesitan más metros cuadrados.

¿El modesto arranque del día 12 lo ven con un punto de optimismo?

-Claro, lo que acogemos es pequeño porque no nos dejan acoger cosas más grandes. El aspecto internacional ahora está limitado por la entrada a los países y esa realidad condiciona en origen la situación, así como el máximo de 50 personas por evento. Si cambia la normativa estamos convencidos de que habrá interés por los clientes. En la fase 3, que empieza el lunes, mientras no se cambie, el máximo de personas es 80.

¿Cuántos congresos y reuniones se han podido perder?

-Lo puedo resumir en todos. Desde el 8 de marzo hasta el 12 de junio no vamos a tener nada. Ni congresos, ni reuniones corporativas, ni eventos culturales. Tenemos aún dos congresos previstos para el otoño pero la inmensa mayoría se han trasladado a 2021 - algunos se nos han caído por el camino-, lo que nos da cierta tranquilidad. 2020, como año, salvo alguna excepción que todavía aguantamos y ojalá se celebre, se ha perdido. La afección es enorme.

El pasado año tuvieron unos ingresos de 4,3 millones de euros, además de un superávit de 1,2 millones. ¿Qué horizontes prevén para fin de año?

-Es difícil poner cifras porque la esperanza es lo último que se pierde y, según cómo queden los aforos finalmente, cuándo llegue la nueva normalidad y cuándo la normalidad a secas, vamos a tener una realidad muy distinta. Lo que está claro es que de aquí a septiembre los ingresos van a quedar totalmente cortados, con solo reuniones pequeñas y alguna cosa cultural que ojalá se concrete, algo de la Quincena Musical y algo del Zinemaldia. Esperemos que todo eso nos dé algunos ingresos. De todo ello dependerá cómo va el año. Hay un abanico de escenarios, entre más optimista y más pesimista. Y dependerá del ámbito cultural, que es la mitad de nuestra actividad, y en la que estamos manejando un aforo del 50%, por lo que la actividad será sensiblemente menor. Si pudiéramos recuperar aforos normales, aunque fuera con mascarillas y todas las medidas higiénico-sanitarias, la película podría cambiar a mejor. Si no, será un otoño cultural flojo. Y en la parte de reuniones, haría falta que el máximo de 80 personas desaparezca y que se funcione por densidades, es decir, equis personas por metro cuadrado. Si eso sucediera, la foto sería un poco mejor.

¿Qué descenso de ingresos contempla?

-Muy por debajo del año pasado. En torno al 70% de ingresos menos que el año pasado. Podrá ser un 60 o un 75% menos en función de lo señalado, pero hay que manejar alguna previsión, que puede ser ingresar un 30% de lo del año pasado. Está claro que el sector de los congresos es uno de los que mayor palo se está llevando, es innegable, y será de los últimos en salir de esta situación. Pero es verdad que, fruto de las decisiones de años anteriores con buenos ingresos y buenos resultados económicos, con récords en los últimos dos años, sucede que en esta coyuntura no esperada podemos tener cierta tranquilidad, dentro de la preocupación. Con eso contamos y confiando en que los números sanitarios vayan bien y volvamos a la agenda.

También tienen previsto ampliar el Kursaal y ahora convienen más los espacios grandes. ¿Seguirán adelante con la idea?

-En este contexto, con un 70% de pérdida de ingresos, lo que procede es la responsabilidad y mirar al futuro con optimismo y con sensatez. Tenemos que cumplir el plan estratégico pensando en un contexto general en que las cosas volverán a su cauce. Creo que la situación actual es pasajera y conyuntural y las personas necesitamos reunirnos y miraron a los ojos y transmitir. Creo que volveremos a cierta normalidad. En ese contexto, el plan estratégico se mantendrá pero es evidente que las velocidades que estábamos manejando hay que revisarlas. Hay que ver si se retrasan o se reconsideran algunos aspectos.

¿Ha estado yendo a trabajar al Kursaal?

-El 80% de la plantilla, que son 19 personas, están en ERTE y la mayoría ha estado teletrabajando. Durante un momento todos, porque era así la ley, y luego algunos hemos estado viniendo con las medidas higiénico-sanitarias necesarias.

¿Qué sensación da trabajar en solitario, o casi, en un lugar que destaca por estar normalmente lleno de vida?

-Es tan extraña como lo era ir al supermercado o a la farmacia y encontrar la calle vacía, como en una película. Es una situación que hemos vivido todos. Por ver lo positivo, nos ha servido para poner a punto el Kursaal y hacer una buena parte de las inversiones que queríamos. Porque es difícil acompañar la conservación del edificio con la actividad y hemos aprovechado para apretar un poco ahí y ponernos en sintonía con la vuelta. Teníamos gastos de inversión muy importantes, que no vamos a ejecutar totalmente, pero sí algunos porque tenemos ahorros que nos permiten hacerlo. Desde conservación, pintura, acuchillar los suelos... cosas difíciles de hacer con actividad y que ahora se pueden acometer. Por otra parte, seguimos buscando actividad, eventos, candidaturas€ porque los congresos se trabajan a años vista, para dentro de tres, cuatro o cinco años.

¿Están creado nuevos protocolos?

-Claro. Además de acondicionar el edificio y ponerlo más atractivo, seguimos trabajando en la seguridad porque, además de las 19 personas que hay en platilla, para el Kursaal trabajan muchísimas más, tanto en seguridad como en limpieza, azafatas€ Y hay que preparar unos protocolos de seguridad, unos itinerarios de entrada y salida... En un medio aforo del auditorio entran 900 personas y su acceso hay que diseñarlo con seguridad, abrir más puertas y otras medidas que se están estudiando con mucho detalle para que las personas tengan confianza.

"2020 como año para el Kursaal, y con alguna excepción que aún mantenemos, se ha perdido. La afección es enorme"

"Prevemos una bajada de ingresos este año de en torno al 70%, aunque hay escenarios más optimistas y más pesimistas"

"Hemos aprovechado para hacer reformas, como pintar y acuchillar y seguir buscando congresos a varios años vista"

"Reinvindicamos que podemos acoger a más personas que 80 y funcionar por densidades, equis personas por metro cuadrado"

"El traslado de la mayoría de los congresos al año que viene, aunque alguno se ha perdido, nos da cierta tranquilidad"