Una filtración de agua causada por las obras de la pasante del Topo en Donostia está en el origen de un socavón de aproximadamente 20 metros cúbicos que se ha producido en la cimentación de un edificio del paseo de la Concha, que ha tenido que ser desalojado pero que no presenta daños estruturales.

Además de este inmueble, situado en el número 8 de la calle Zubieta, también se han desalojado los dos contiguos, el número 8 y el hotel Londres, que se encuentra cerrado al público.

Ha sido una vecina, que ha bajado al sótano, la que ha dado la voz de alarma al ver el socavón, un hecho del que los responsables de las obras del metro no han tenido conocimiento hasta la una de la tarde.

Según ha explicado el director de Urbanismo del Ayuntamiento de Donostia, Jon Chávarri, el daño lo ha sufrido uno de los pilares del inmueble, de los que se encuentran en el mirador que da a la playa, que se ha "descalzado".

"La cimentación ha desaparecido al haberse vaciado la arena donde estaba soportada, pero no hay fisuras ni grietas que digan que estructuralmente está en mal estado. El hueco se está llenando con hormigón y está ya prácticamente en la cota de la zapata", ha destacado.

"Cuando existan todas las garantías de seguridad, se procederá a la reincorporación progresiva de la vecindad a sus hogares. La obra quedará paralizada en este frente hasta que determinen los tratamientos del suelo que garanticen la seguridad necesaria", ha anunciado posteriormente Euskal Trenbide Sarea, responsable de los trabajos de la pasante del metro.

El director técnico de la obra, José Mari Gutiérrez, ha asegurado, por su parte, que no eran "conscientes" de que hubiese una comunicación entre el túnel del Topo y el edificio, ya que se encuentra a 120 metros.

Ha explicado que las filtraciones de agua no son algo extraño en la ejecución de un túnel, pero han comprobado que se trata de una "zona cárstica", con "una serie de oquedades" causadas por el agua, algunas de las cuales están en "contacto directo" con el número 8 de la calle Zubieta.

Las filtraciones, ha añadido Gutiérrez, han arrastrando arenas de la cimentación hasta que finalmente se ha producido el socavón, que está entre dos crujías.

Ha dicho que lo ocurrido produce "alarma", pero ha asegurado, al igual que Chávarri y que ETS, que en la investigación provisional realizada, se ha constatado en el edificio afectado no tiene "ni grieta ni fisuras" y, por lo tanto, ningún daño estructural.

"Ha habido una relación causa-efecto (entre las obras del metro y lo ocurrido) pero no ha habido negligencia", ha subrayado.

Las medidas de cautela que se han tomado tras conocerse lo sucedido han implicado asimismo el cierre a los peatones de un tramo del Paseo de la Concha, así como de la calle Zubieta, también cortada al tráfico, desviado por las vías cercanas.

El alcalde, Eneko Goia, ha visitado la zona y ha dicho que seguramente los vecinos del número 10 regresen a sus domicilios este mismo viernes y que el Ayuntamiento ofrecerá realojo a quien lo necesite del número 8.