- Donostia no celebrará el próximo mes de agosto su tradicional Semana Grande, prevista entre los días 10 y el 17, tras la decisión adoptada ayer por los tres alcaldes de las capitales de la Comunidad Autónoma Vasca, que han optado por no impulsar la organización de estos festejos multitudinarios ante la dificultad para poder guardar las necesarias medidas de contención de la pandemia del coronavirus.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, explicó ayer que la decisión conjunta ha obedecido a "criterios de prudencia y seguridad". "No es una situación deseada por nadie, pero hemos priorizado la salud a cualquier otra consideración", destacó el mandatario. Asimismo, añadió que el Consistorio trabaja para organizar el verano "de otra forma" y tratará de buscar "fórmulas y eventos que permitan compatibilizar el disfrute con las garantías de seguridad necesarias".

"Este es un año diferente, y como tal, el verano y sus tradiciones festivas las vamos a tener que reinventar para que podamos vivirlas de una forma distinta a la que hemos conocido", dijo Goia. La capital guipuzcoana, así como Bilbao y Vitoria, trabajarán con sus agentes sociales y culturales para poder elaborar un calendario de actividades culturales, artísticas y de ocio a lo largo de este verano de 2020, según la decisión adoptada por las tres capitales y defendida también por Eudel.

Aunque la Semana Grande donostiarra tiene su origen en el siglo XIX, cuando nació como programa de diversión para los veraneantes y visitantes que llegaban a la ciudad, con el paso del tiempo la Aste Nagusia se ha ido convirtiendo en una fiesta popular, que sirve de imán a locales y visitantes del entorno cercano de Donostia, además de a turistas. Sin ir más lejos, los ocho días del pasado año congregaron a 1,3 millones de personas, un 12% más que el año anterior. Más de la mitad de las personas contabilizadas fueron espectadores de los fuegos artificiales de las noches, la cita que mayor cantidad de personas atrae de los festejos. En torno a las distintas actividades de la zona del Kursaal se registraron 250.000 individuos, en los recintos feriales del Paseo Nuevo y la calle Urdaneta, 118.000, y en los conciertos de Sagüés, 74.000.

La decisión de suspender las programaciones atiende a los consejos emitidos por Salud Pública y a la imposibilidad de celebrar actos con presencia masiva de personas, una de las características tanto de la Aste Nagusia donostiarra como de la de Bilbao y de las fiestas de la Virgen Blanca en Vitoria. Los responsables de las tres instituciones locales llevaban días esperando a la evolución de la pandemia para tomar una decisión, que se había pospuesto unos días. Finalmente fue adoptada ayer, tras las últimas reuniones celebradas con el lehendakari, con consejeros del Gobierno Vasco y con los diputados generales de los tres territorios, que valoraron los límites de aforos autorizados en el espacio público para desarrollar distintas actividades al aire libre.

Por otra parte, el alcalde reiteró la posibilidad de que la playa de La Concha se cierre a los usuarios con marea alta este verano, ya que el poco espacio de la franja de arena que queda en esos momentos hace muy difícil cumplir los aforos recomendables. "Es alta la posibilidad de cierre", dijo. "Si vamos a fijar un aforo determinado de las playas, la variabilidad que ofrece La Concha es tan elevada que en marea alta tendríamos que poner un aforo absolutamente bajo para lo que queda de sitio", recalcó el mandatario. "Igual es más razonable el determinar otro aforo que a partir de superada una línea de la marea provoque el cierre" de La Concha. Supondría un "menor inconveniente que hacer otra cosa", consideró.

Por otra parte, el mandatario donostiarra recordó que la decisión sobre los arenales se tomará de acuerdo al resto de las localidades costeras vascas. De cualquier modo, concretó que la apertura de la temporada tendrá que ser entre el 15 de junio y el 1 de julio, aunque están aún sin decidir la fórmula para evitar aglomeraciones en las playas donostiarras. Tampoco se ha decidido aún cómo se controlarán las distancias y si habrá un tiempo máximo de estancia.

Diana tradicional. La Banda Municipal de txistularis de Donostia volverá mañana a las calles de la ciudad, comenzando así su propia desescalada. Solo actuarán cuatro músicos, separados por tres metros de distancia y provistos de máscaras. Tras dos meses de parón de su actividad pública por la crisis del COVID-19, la agrupación municipal volverá a ofrecer música en directo con la interpretación de la habitual diana dominical. A partir de las 9.00 horas, la agrupación de txistus saldrá de la plaza de la Constitución para recorrer las calles del centro de la ciudad al son de los zortzikos Txanbolin y Osintxu y los pasacalles Ernio e Itxaropena.

La temporada de playas no comenzará antes del 15 de junio y el cierre de La Concha con marea alta es "altamente posible"