- El taxista Josean Arrospide espera en la parada de taxis varias horas y, finalmente, se va. La situación para este sector del transporte es especialmente delicada en Donostia y más lo va a ser en los próximos meses, según teme, a causa del bajón de los acontecimientos culturales y festivos del verano, que copan una gran parte de la actividad de los taxistas. "Con la situación de alerta -explica el conductor- se acordó con el Ayuntamiento que trabajaríamos la mitad y, en lugar de hacerlo 22 días al mes, lo hacemos unos 10 y 11". Sin embargo, añade que, del 50% permitido, la actividad real puede ser de un 15% en estos días. "Es un desastre total", resume, mientras aguarda con otros compañeros en la parada a unos clientes que no terminan de llegar.

"Si están los hoteles cerrados, no hay Donosti Cup, como parece que puede pasar, el efecto sanfermines que tiene su incidencia en Donostia queda anulado, y tampoco se prevé que haya la misma Quincena Musical, ni cines abiertos, ni Semana Grande€ gran parte de nuestro trabajo desaparece", dice el taxista, que reconoce no saber cómo va a poder recuperarse el sector. "Con los hoteles cerrados y sin turismo, no hay trabajo para los taxistas en Donostia", señala. A diferencia de otras localidades, la cultura y la diversión son una parte importante del trabajo de estos vehículos de transporte, una realidad que es diferente a las de otras localidades, donde el aspecto cultural y festivo no tiene tanto peso.

La noche y sus aglomeraciones son otra fuente importante de trabajo para los taxistas que operan en Donostia, un nicho de clientes que, por el momento, parece que va a tener que esperar, según lamenta Arrospide.

Actualmente, la poca actividad que tienen los profesionales de transporte de viajeros se reserva para algunos servicios a los ambulatorios o a los hospitales, para gente que tiene citas médicas, y poco más. Además, las normativas prohíben que lleven a más de una persona, con la excepción de aquellas que requieran ser acompañadas, como las dependientes o los ancianos, que se tienen que desplazar con ayuda de sillas de ruedas o acompañantes.

A pesar de la penuria del mes y medio de confinamiento, el presidente de Vallina Teletaxi, Xabier Pintado, confía en que el nuevo escenario que se abrirá desde el lunes, con la fase 0 de desescalada, tenga efectos positivos para los profesionales. "Con la apertura del pequeño comercio y otros cambios que se avecinan, confiamos en que la situación mejore un poco", señala el representante de una de las dos empresas de taxis que trabajan en la capital guipuzcoana. La otra es Taxi Donostia. Sin embargo, la situación ha sido de tal escasez hasta el momento, que, por las noches, cada una de las asociaciones solo ha estado obligada a sacar a las calles tres vehículos, según el acuerdo alcanzado con el Consistorio.

La situación del taxi en Donostia, con unos 308 profesionales con licencia, ha dado un viraje total. Hasta la llegada del coronavirus, el problema era la ausencia de taxis suficientes para las demandas de los ciudadanos. De hecho, las dificultades para obtener un taxi han ido en aumento en los últimos tiempos y en más de una ocasión las centralitas telefónicas han respondido a los clientes que no había taxis disponibles, especialmente en momentos de mucha afluencia turística, lo que ha dejado desatendidos a muchos ciudadanos locales.

Para reconducir esta situación, el Ayuntamiento y las asociaciones de taxistas están desde hace dos años preparando un reglamento nuevo para garantizar el servicio para los ciudadanos a la vez que las reclamaciones del sector.

De hecho, la concejala de Movilidad, Pilar Arana, declaró en diciembre a este periódico que, más allá de elaborar calendarios para garantizar que haya vehículos trabajando en los distintos momentos de la semana, es necesario que "la gestión sea trasparente".

"Nuestro objetivo es que la nueva ordenanza refleje que el Ayuntamiento pueda acceder a su centro de control para saber en todo momento si tal licencia está trabajando o no y poder mejorar", dijo la corporativa. "La mayor parte de los taxis trabajan bien, pero tenemos un problema. Si alguien se queja de que no llega el bus, sabemos perfectamente qué ha pasado", dijo, en contraposición a lo que sucede con los taxis.

En estas semanas de encierro general y ante la ausencia de clientes, solo media docena de taxis han estado saliendo por las noches

La nueva fase de desconfinamiento hace albergar ciertas esperanzas de mejora entre los profesionales