donostia - El alcalde de Donostia, Eneko Goia, "no descarta" la aplicación de un tributo turístico no solo a los visitantes que duerman en la ciudad sino, también, a los que lleguen a pasar el día. Así lo dijo ayer en la comisión de Hacienda, en la que intervino a petición de Elkarrekin Donostia, y en la que anunció que en breves fechas mantendrá una "primera reunión" con el diputado foral de Hacienda, Jabier Larrañaga, para iniciar los trabajos de preparación del nuevo tributo, que el Consistorio donostiarra pretende empezar a cobrar en 2021 a quienes se alojen en los establecimientos hosteleros de la ciudad.

Preguntado tanto por el PP como por EH Bildu sobre si la hasta ahora conocida como tasa turística se aplicaría también a quienes llegan a Donostia a pasar el día y no pernoctan en la ciudad, Goia dijo que admite "sugerencias" y añadió que no lo descarta aunque no sea una tarea fácil. "Se me ocurre poner un peaje en Aritzeta y Buenavista", dijo de modo humorístico, aunque posteriormente añadió sin bromas que no descartaba la idea.

Por otra parte, el regidor recordó que los autobuses que paran en la estación de autobuses de Atotxa tienen fijado un canon que abonan al Ayuntamiento y que, por tanto, el método es una fuente de ingresos derivada de la llegada de viajeros.

Por su parte, el concejal de Turismo, Ernesto Gasco, consideró "complicado y complejo" poner en marcha un pago para quienes vengan a pasar el día a la capital guipuzcoana, como sugirieron los citados grupos de la oposición.

Actualmente, todas las formaciones políticas presentes en el Ayuntamiento de Donostia son favorables a que la ciudad pueda aplicar una tarifa turística a quienes pernoctan en la ciudad, aunque el Parlamento Vasco ha descartado legislar para ello, ya que ni Bizkaia ni Araba, ni Bilbao y Vitoria son favorables, según recalcó Gasco. Por ello, finalmente, será el Consistorio quien, de la mano de la Diputación foral, que tiene que crear el tributo, pondrá en marcha esta fuente de ingresos que, según algunos cálculos, podría rondar los cuatro millones de euros al año para las arcas municipales.

Al hilo del futuro ingreso que el Consistorio quiere lograr, Goia recalcó que "hay que determinar cuál es el servicio turístico específico por el cual el Ayuntamiento va a cobrar una tasa", dijo Goia, para añadir que "es bastante complicado". Por ello, recalcó que hay que buscar "alternativas" y confió en que a lo largo del presente año se puedan completar todos los trabajos preparatorios para que el nuevo gravamen pueda hacerse realidad.

Tanto el PP como Elkarrekin Donostia preguntaron en la comisión por la seguridad jurídica del nuevo tributo. La concejala Haizea Garay, de la formación morada, señaló que en los últimos cuatro años el Consistorio "ha perdido 20 millones de euros por no implantar la tasa turística". "Eso es como cuando se dice que se ha ahorrado dinero cuando se ha ido de rebajas", respondió el alcalde.

Asimismo, Goia desligó la posible inseguridad jurídica que podría afectar en su caso a la tasa turística, aun inexistente, con situación generada con los pisos turísticos, después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco haya rechazado recientemente la ordenanza municipal de regulación de estos alojamientos vacacionales, un fallo que el Ayuntamiento pretende subsanar trasladando las reglas de la ordenanza anulada al Plan General. "Con esta ordenanza fuimos pioneros y había un riesgo, pero desde luego que mejor haberlo hecho que no haber hecho nada", consideró el mandatario donostiarra.