- Los trabajos para mejorar la seguridad en la variante este de Arrasate dieron ayer el pistoletazo de salida. El Departamento Foral de Infraestructuras Viarias anunció el pasado diciembre que una "maquinaría especial" aplicaría en enero un tratamiento para aumentar la fricción del pavimento y mejorar la adherencia entre las ruedas de los vehículos y la carretera. Este equipo desembarcó ayer en la GI-627 para actuar en el punto kilométrico 35, que acumula una alarmante concentración de accidentes de tráfico, especialmente cuando la calzada está mojada.

El tramo en el que se está interviniendo se sitúa en la zona del enlace de Osiña y el hospital; un punto conflictivo que ha disparado la preocupación entre los automovilistas, a través de un reguero de comentarios y críticas que se vertieron en las redes sociales sobre todo en la recta final del pasado año, ante la sucesión de accidentes a esta altura de la variante este.

Para mejorar la seguridad vial y reducir la siniestralidad en este trayecto de la GI-627 se ha recurrido a la técnica de la retexturización o rayado del asfalto mediante el hidrodesbaste. "Un cabezal transportado por un camión en el que se alojan unos inyectores giratorios aplica el agua a alta presión para eliminar el exceso de betún y la suciedad y que, de este modo, vuelva a salir el árido del pavimento y tenga mejor agarre. El resultado, por tanto, permite dotar a la superficie de unos índices mayores de coeficiente de rozamiento transversal", detallaron desde el ente foral sobre una actuación que afrontó ayer el grueso de las obras.

Estos trabajos, además, se completarán con la implantación de señales de balizamiento para advertir de la presencia de la curva donde se registran los accidentes, así como con la colocación de nuevas señalética de limitación de velocidad a 70 km/h en el trayecto de la variante.

De la preocupación de los automovilistas se ha hecho eco, a su vez, Ezker Anitza-IU que preguntó en las Juntas Generales de Gipuzkoa sobre las causas de la elevada siniestralidad. Desde el área de Infraestructuras Viarias atribuyeron los accidentes (casi todos por pérdida del control del vehículo y salida de la calzada) a la velocidad y la falta de agarre, que se acentúa en condiciones meteorológicas desfavorables.

Paralelamente, el ente foral ha querido conocer las razones de esta sucesión de accidentes y ha solicitado, asimismo, los atestados de los últimos siniestros para indagar en los motivos; poniendo el foco en parámetros como la velocidad, el trazado, los peraltes, los firmes... Pero sin esperar a estas conclusiones, se ha decidido intervenir en este controvertido punto de la variante arrasatearra.