l proyecto que dotará a Bergara de huertas comunitarias se prepara para encarar la fase que abordará con la ciudadanía cuestiones como el modelo, el funcionamiento y los objetivos que se persiguen con la puesta en marcha de estas pequeñas zonas de cultivo dirigidas al autoconsumo. El Consistorio ha convocado una primera reunión para trabajar la iniciativa con los interesados. La cita tendrá lugar el próximo día 28 en la UNED (Real Seminario), a partir de las 18.00 horas.

Junto con las peticiones para adecuar este tipo de huertos que a través de diferentes vías se han hecho llegar al Ayuntamiento, en anteriores mandatos se perfilaron dos proyectos sobre los que pivotará el debate que echará a andar la próxima semana. Así, una de las ubicaciones posibles para habilitar estos espacios destinados a la agricultura urbana es la ladera de San Joxepe sobre la variante, con una capacidad para 60-70 parcelas hortícolas. En este emplazamiento, en terrenos públicos, se trabajó en 2015 durante el Gobierno liderado por Jaione Isazelaia (EH Bildu). Una legislatura más tarde, con Elena Lete a la cabeza (PNV), estos huertos lúdicos se proyectaron en la ladera de Bolu con la finalidad, según defendieron los jeltzales, de actuar también sobre la inestabilidad del monte. En este caso el número de parcelas se sitúa entre 50 y 60 (con la posibilidad de sumar otras diez más en un punto más alto de la citada ladera).

No obstante, en la presentación de las acciones del plan Bergara izan, bizi, ekin, el alcalde, Gorka Artola, señaló que si el objetivo son "las huertas en sí mismas" el estudio que se ha llevado a cabo "apunta que el lugar adecuado es la zona de San Joxepe", aunque puntualizó que "eso no quiere decir que vaya a ser esta su localización". "El proceso participativo dirá para qué queremos esta infraestructura", precisó el primer edil bergarés.

"Puede haber varios modos de materializar este proyecto. A través de este proceso abierto a la ciudadanía veremos cuáles son las necesidades o deseos de las personas interesadas en los huertos para poder dar una respuesta adecuada", manifestó ayer el edil Ekaitz Aranberri.

Se analizarán, asimismo, aspectos como la cesión de esta parcelas para el uso hortícola, la viabilidad de iniciativas que puedan surgir a nivel local o comarcal, así como las opciones para trabajar la vertiente pedagógica con los centros escolares.

Los presupuestos de este año reservan 140.000 euros para ejecutar los huertos comunitarios. La intención del Gobierno municipal es abrir "en septiembre" el plazo de inscripciones. "Se pretende fomentar el carácter educativo y lúdico de estas parcela; potenciar el autoconsumo; dinamizar los entornos urbanos y fortalecer las conexiones sociales; dar prioridad a las familias que puedan estar en situación de exclusión para que tengan hortalizas de consumo propio, y promover los hábitos de vida sostenibles como la agricultura ecológica, la optimización de la energía y el equilibrio entre la vida urbana y el caserío", concluyó Aranberri.