- La maquinaria para finalizar la construcción de Juan Arzamendi Musika Etxea está a pleno rendimiento. Fue en enero de 2020 cuando se paralizó la rehabilitación del edificio de la antigua Escuela de Aprendices, como consecuencia de los problemas económicos que atravesaba la empresa adjudicataria, la guipuzcoana Lurgoien, que dejó sin acometer el 58% de la reforma del citado inmueble. Ahora el Consistorio cerrajero va a sacar a licitación, por un importe de 4.933.141 euros y un plazo de ejecución de seis meses, los trabajos que rematarán la nueva sede de Arrasate Musikal y Goikobalu abesbatza; un trámite que se elevará esta tarde al Pleno para su aprobación.

La alcaldesa, María Ubarretxena, calificó ayer de “buena noticia” la reanudación de las obras, previsiblemente “de cara a septiembre”. Acompañada del edil socialista, Victoriano Fuentes, y el jefe técnico del área municipal de Obras y Servicios, Moisés Altuna, Ubarretxena aseguró que el contratiempo que ha sufrido el proyecto “no supondrá ningún sobrecoste”.

Para justificar esta afirmación hizo un repaso por el balance económico que, de momento, arroja la musika etxea. Así, los trabajos se sacaron por primera vez a concurso, tras recibir el visto bueno del Pleno en julio de 2017, con un presupuesto de 7.480.518 euros, por encima de su precio de adjudicación: 5.550.012 euros. “La liquidación de la parte correspondiente a las obras que ha realizado Lurgoien asciende a 2.529.431 euros, que sumados a los 4.933.141 de la segunda convocatoria que va a ponerse en marcha dan un total de 7.462.573 euros, por debajo del importe de la primera licitación”, precisó la alcaldesa. Las cifras definitivas, en cualquier caso, se concretarán una vez que se resuelva qué empresa se encargará de concluir la rehabilitación de Aprendices, porque las ofertas de los licitadores podrían ir a la baja.

“Juan Arzamendi Musika Etxea estará lista en esta legislatura y sin sobrecostes, gracias a la buena gestión del Ayuntamiento”, se congratuló Ubarretxena. No han salido tan bien parados los plazos que se establecieron en un principio: 20 meses para unos trabajos que despegaron con la demolición del interior del edificio en abril de 2018.

Dos años más tarde, en abril de 2020, el Consistorio rescindió el contrato a Lurgoien y después se embolsó el aval de 239.776 euros que la empresa depositó en el momento que asumió la tarea de transformar la antigua Escuela de Aprendices en Juan Arzamendi Musika Etxea.

Este dinero se destinó a costear los gastos de retomar el proyecto y adoptar una serie de medidas de seguridad para proteger el inmueble. Como ya lo hiciera en la primera convocatoria, LKS volvía a imponerse en el concurso dirigido, en esta ocasión, a redactar la parte pendiente para culminar la reforma del emblemático edificio.

Es la primera vez que el Ayuntamiento hace frente a una obra pública a medio terminar, tal y como recordaron Ubarretxena y Altuna. Tras declararse Lurgoien en concurso de acreedores, el Consistorio se ha personado en el proceso para reclamar una indemnización por los daños y perjuicios que ha causado la demora de la rehabilitación de Aprendices, que “debía estar concluida hace tiempo”.

El nuevo documento, redactado por LKS, no introduce cambios con respecto al proyecto original. “Entre tres-cuatro meses” se prolongará el concurso para la nueva adjudicación de la obra que, según informaron, se espera que arranque “después de verano”. De no haber más contratiempos, Juan Arzamendi Musika Etxea estará terminada en los primeros meses de 2022.