- Durante la comparecencia pública realizada el pasado mes de mayo para dar a conocer las particularidades del proyecto promovido con el objetivo de revertir a su estado original el emblemático puente de piedra que desde hace 154 años conecta las localidades de Deba y Mutriku. Dicho puente salva las aguas de la ría debarra (se hundió parcialmente el día 5 de julio de 2018 tras ceder uno de los pilares que lo sustentan en su parte central) y el diputado de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Harkaitz Millán, avanzó que los trabajos se iban a ejecutar “manteniendo el máximo tiempo posible la comunicación peatonal entre ambas orillas”.

Pues bien, ya ha llegado el momento en que no va a ser posible mantener el tránsito peatonal a través de la estructura metálica instalada para evitar el desplome del puente y garantizar (de manera provisional) el paso de personas entre las dos orillas de la ría.

Al menos eso se desprende de una escueta nota remitida el jueves por el Ayuntamiento debarra, explicando que “para poder continuar con los trabajos en el puente que conecta Deba y Mutriku”, la estructura se cerrará “a las 11.00 horas del próximo lunes”.

Todo ello, con la particularidad de que el cierre total del viejo puente de piedra se prolongará “durante tres meses”.

Teniendo en cuenta esas previsiones, las personas residentes en el barrio mutrikuarra de Urazamendi y los debarras que utilizan habitualmente el nuevo paseo que discurre entre Deba y Mutriku no podrán cruzar la ría por el puente, al menos, hasta mediados de febrero del próximo año; lo que supone que las obras que está ejecutando la UTE formada por las empresas Moyua y Harri (fueron adjudicadas por 2.743.411 euros) se prolongarán más de lo previsto inicialmente (al ponerse en marcha se anunció que concluirían para finales de este año).