a comarca de Beterri-Buruntza en los últimos años se ha sumergido de lleno en una dinámica de colaboración entre los distintos municipios que la integran y en desarrollar programas de emprendizaje y de apoyo a las nuevas empresas con el fin de adaptarse, y tratar de aprovecharse, de los continuos cambios que experimenta la sociedad y el sector económico.

De hecho, el efecto de las crisis económicas vividas estos últimos años (2008, 2016 y 2020) se ha sentido tanto en la reducción de la actividad económica (disminución del número de empresas) como en la pérdida de empleo de calidad y aumento de las tasas de desempleo en los seis municipios que componen la comarca de Beterri-Buruntza (Andoain, Astigarraga, Hernani, Lasarte-Oria, Urnieta y Usurbil).

No obstante, a final del año pasado, primero la industria y luego el sector servicios, e incluso las ramas ligadas al turismo, experimentaron una sensible recuperación, gracias a haber dejado atrás el escenario covid y a la activación económica por la aplicación de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

Ahora bien, este optimismo se está viendo truncado por la invasión de Rusia en Ucrania que ha introducido la incertidumbre en las perspectivas de futuro, sobre todo en tres aspectos clave: la energía, las materias primas y la logística.

Es en este contexto de cambio continuo, en los ciclos económicos, cuando los Ayuntamientos y agentes socioeconómicos relevantes de la comarca establecen su hoja de ruta para los próximos años.

El objetivo fundamental es garantizar el desarrollo socioeconómico sostenible y el bienestar de la ciudadanía, y poner a disposición de las personas, entidades y empresas del territorio, servicios, herramientas y redes de colaboración eficientes.

Carácter regional arraigado y abierto

Es decir, se persigue ser una comarca dinámica, preparada para aprender y desenvolverse y con capacidad para afrontar dificultades; que amplíe las capacidades y oportunidades de las personas; con un carácter regional arraigado y también abierto, dispuesto a ayudar y recibir a los demás.

"Así los valores que caracterizan nuestro trabajo son la sostenibilidad, la colaboración y el trabajo en red, la defensa de una sociedad inclusiva e igualitaria donde la diversidad es un valor añadido, y la promoción de la innovación social y tecnológica", asegura Nerea Yurrebaso, coordinadora de la agencia de desarrollo comarcal.

Para desarrollar su intervención, Beterri-Buruntza cuenta con una red de agentes sociales y económicos diversa y rica:una amplia oferta de centros de formación profesional y universidad (CPES Cesa BHIP, CIFP De Des. Sostenible en Edif. Inteligente LHII, CPES Esc. Cine Y Vídeo- Zine eta Bideo Eskola BHIP, CIFP De Innovación Social LHII, CPES La Salle-Berrozpe BHIP, CPES Salesianos Urnieta BHIP, CIFP Usurbil LHII, IES Leizaran BHI y Mondragon Unibertsitatea); un tejido económico competitivo e innovador destacando empresas con sus propias unidades de investigación y desarrollo (Ame-tzagaiña AIE, Iparlat Tecno S.L, y Orona EIC S.Coop.); espacios de promoción de sectores estratégicos (Martin Ugalde Kultur Parkea, Sagardogileen Elkartea, etc.) y una importante tradición de cooperación y respuesta grupal que se manifiesta en un tejido asociativo consolidado y activo (Fundación Ametzagaiña, Fundación Michelin, Fundación Orona, Fundación Zubigune, entre otras).

Economía transformadora

"Para nosotras hablar de innovación social es hablar de adaptarse a la realidad local y responder a los retos y necesidades sociales de nuestro entorno, garantizando la diversidad (intergeneracionalidad, diferentes comunidades lingüísticas y culturales, miembros de distinto sexo, personas desfavorecidas, miembros de diferentes áreas de conocimiento, representantes del ámbito político-económico-social), la sostenibilidad y la participación, con el objetivo de generar beneficio social", subraya Yurrebaso.

En definitiva, es un modo de entender la innovación social como el impulso de un sistema local de economía social transformadora en el que se viene trabajando desde el año 2013. Se trata de un modelo caracterizado por generar espacios que, desde la agenda territorial, favorecen la cooperación interempresarial para la transformación económica, social y territorial. En resumen, son espacios donde se conciertan, relacionan y coordinan acciones, iniciativas y estrategias desarrolladas por las administraciones públicas, las empresas y el tejido social y asociativo.

Es por tanto, un modelo que no solo se basa en fomentar un empleo digno y de calidad, sino también en aumentar el capital social del territorio y su capacidad de innovación interactiva, creando nuevos foros permanentes y marcos de gobernanza que incluyeran la administración pública, el tejido económico, el tejido social y los centros de formación y conocimiento.

Con este objetivo se han tenido en cuenta todos los sectores económicos y se han incorporado en todas las fases de la promoción económica las herramientas y objetivos que propone la economía social y solidaria. Para ello, se diseñan e implementan o se colabora en la ejecución de diferentes iniciativas: el programa colaborativo de promoción del emprendimiento social Koopfabrika; el espacio de incubación y trabajo colaborativo Iturola; el proyecto Erakide orientado a la estabilización y viabilidad de las empresas aplicando los principios de la corresponsabilidad social; la iniciativa Beterri Saretuz, ecosistema empresarial que busca transformar el territorio fomentando la participación real de las personas en las empresas; el proyecto Beterri KM0 que busca garantizar la producción y viabilidad económica de la agricultura local y promover y aumentar el consumo de producto local; la empresa de inserción sin ánimo de lucro Beterri Errotuz SLU, creada en colaboración con la asociación de reinserción social Erroak Sartu; la cooperativa integral de iniciativa social Maitelan Koop. Elk., que articula en una misma organización a personas socias trabajadoras (cuidadoras), personas usuarias (personas cuidadas) y colaboradoras; y en el impulso de políticas de compra pública socialmente responsable con el que facilitar el acceso a los mercados públicos a estos nuevos espacios y estructuras de inserción social y laboral.

A partir de este año el relevo en estas actuaciones lo coge la recientemente constituida mancomunidad Beterri-Buruntza, que será quien ofrezca sus servicios a la ciudadanía y al tejido socioeconómico de la comarca, actuando en colaboración con otras administraciones públicas (agencias de desarrollo comarcales, Diputación Foral de Gipuzkoa y Gobierno Vasco, entre otras).

Zapategi eta Galarreta datozen urteetan garatuko diren eremu industrial berriak

ahiz eta pandemiak eta Ukrainako gudak aldakortasuna nagusi den testuingurua marraztu, Buruntzaldeko udalerriek lan handia egiten ari dira enpresa berriak erakartzeko. Honen adibide dira Usurbilgo Zapategi eremua eta Hernaniko Galarretako parke teknologikoa. Lehenengoan, Michelin enpresa ondoan, Gureak bere lantoki berria kokatuko du. Hasiera batean, beste partzelan Elkar argitaletxeak jarri behar zuen bere biltegia, baina covid-19ak enpresan eragindako krisiaren ondorioz proiektuari uko egin zion. Zapategiko ekimena kinka larrian egon zen, baina azkenean Balfer enpresak hartu zuen Elkarren lekukoa, bera arduratuko da Gureaken bidelagun berria aurkitzeaz. Usurbilgo Udalaren asmoa urte honen amaieran obrekin hasteko lizen-tzia ematea da. Bestalde, duela hilabete gutxi batzuk jakin da Couth enpresak bere eraikin berria Galarretako parke teknologikoan eraikiko duela. 1963tik Zikuñagan dagoen enpresa hau parke teknologikoan ezarriko den bigarren enpresa izango li-tzateke, Orona Ideoren ondoren. Eusko Jaurlaritzak eta Hernaniko Udalak apostu sendoa egin dute parke teknologiko honen alde.